La Junta de Gobierno aprueba elevar los límites económicos de las licitaciones tanto de los trabajos propiamente dichos, como de la dirección de obra; la intervención, por fases, tendrá un plazo de 42 meses y comenzará por la construcción de la nueva sede del museo
Vista general del edificio de Tabacalera. / Patrimonio Industrial Asturias (cedida)
Mucho se está hablando desde la semana pasada sobre el inminente cierre del Museo Nicanor Piñole y sobre el destino de su colección artística hasta que se concluya la construcción del que será su edificio de reemplazo, integrado en el futuro complejo cultural que será Tabacalera… Y, sin embargo, poco se está diciendo acerca ese último macroproyecto. Pues bien, esta misma mañana la Junta de Gobierno de Gijón ha arrojado un poco más de luz sobre el particular… Aportando algunas cifras de vértigo. El órgano ha aprobado hoy elevar los límites de compromiso de gasto en dos licitaciones clave, la de los trabajos para transformar Tabacalera propiamente dichos, y la de la dirección de obra, autorizando un presupuesto base que, sumando ambos procesos, se sitúa en 22.288.640,77 euros. Todo ello, eso sí, repartido a lo largo de cuatro ejercicios consecutivos, y con la esperanza de que para 2029 la actividad de reacondicionamiento y levantamiento de las nuevas construcciones esté terminada.
Según ha detallado el portavoz municipal, Jesús Martínez Salvador, al término de la Junta, las subidas de topes se han hecho a razón de un 77,43% más para las cuentas del año que viene, un 142,37% para las de 2027, otro 150,35% para las de 2028 y, por último, un 151,11% para el ejercicio de 2029. Una distribución necesaria dada la envergadura del proyecto, que se ejecutará a lo largo de 42 meses, tres años y medio, desde la adjudicación. Claro, que no hará falta esperar tanto para ver los primeros resultados… El conjunto será dividido en fases, y la primera que se realizará será, precisamente, la que atañe al nuevo edificio, auxiliar del Centro de Arte Tabacalera, que será la nueva sede del Museo Nicanor Piñole. Si todo va bien, será en 2027 cuando dicha construcción quedé lista para su uso; hasta entonces, ha recordado Martínez Salvador, parafraseando a la concejala de Cultura, Montserrat López, desde el año que viene parte de las pinturas del gijonés se expondrán en el Palacio de Revillagigedo, por mor del acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la Fundación Cajastur. Por su parte la sede actual, el antiguo Asilo Pola, pasará a albergar la Oficina de la Mujer.
PUBLICIDAD
«Es con diferencia, el museo de la red municipal que menos visitas está obteniendo año a año»
Jesús Martínez Salvador, portavoz del Gobierno de Gijón
A juicio del portavoz del Ejecutivo gijonés, el marco anterior constituye «una gran oportunidad» para revitalizar el valor de la obra de Piñole a ojos de la ciudadanía, toda vez que el suyo es el museo de cuantos integran la red municipal que, «con diferencia, menos visitas está obteniendo año tras año«. Siempre a tenor de los datos aportados por Martínez Salvador, es esclarecedora la comparación con el balance del Museo de la Casa Natal de Jovellanos; si este último atrae a un promedio de 50.000 interesados, el dedicado a Piñole roza los 13.000. Es ahí donde radica la importancia tanto de la exhibición temporal de algunos de sus cuadros en el Revillagigedo, un emplazamiento «estratégico«, como del futuro cobijo de todos ellos, más de 6.000, en el nuevo museo, «en una magnitud muy superior a lo que se está pudiendo disfrutar en la actualidad«.
Claro, que, por el momento, los argumentos esgrimidos por el Gobierno no parece que vayan a disuadir a los convocantes de la concentración que esta tarde, a las 18.30, exigirá la conservación del Museo Nicanor Piñole en el Asilo Pola hasta que concluya la obra en Tabacalera. Y precisamente sobre eso se ha pronunciado Martínez Salvador, centrando el foco en las acusaciones que contra el Ejecutivo vertió la semana pasada el PSOE gijonés. El portavoz local ha acusado a los socialistas de «no sólo no atreverse, sino que no están capacitados» para ejecutar tamaña inversión en cultura, y les ha retado a explicar «por qué quieren que se retrase la apertura de un espacio que atienda de una manera digna un problema de la sociedad tan importante como es la violencia contra las mujeres«, en referencia al emplazamiento allí de la Oficina de la Mujer. Y ha finalizado con una sentencia: que esa guerra «se combate generando espacios dignos donde se pueda tratar a todas estas mujeres de la manera que se tiene que hacer«.
interesante, gracias.