«Con una prepotencia y chulería inaudita, Sánchez y sus esbirros de Gobierno tienen la osadía de pedir la dimisión de Isabel Díaz Ayuso por una cuestión de la que es totalmente ajena»
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De unos años para acá el Congreso de los Diputados se ha convertido en un patio de colegio donde los insultos, faltas de respeto, malas formas y mentiras sobre el contrario político están a la orden del día.
Hay que partir de la base que el gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) y Yolanda Diaz (Sumar) se sustenta en la mentira, formulada en la campaña electoral, a todos los españoles: la amnistía era inconstitucional antes de las elecciones de julio de 2023 para todos los miembros del actual Gobierno, pero había que gobernar a toda costa, por encima de todo y dando la espalda a una gran parte de los españoles (los no independentistas).
Pues resulta que, en medio de la vorágine de la aprobación de la Ley de Amnistía, que supone el mayor atentado contra la Constitución Española, la separación de poderes y la igualdad de los españoles ante la ley, saltan en los medios de prensa los casos de corrupción que salpican a ministros del Gobierno de Sánchez (Ábalos, Salvador Illa, Ángel Víctor Torres, Montero, Calviño, Ribera), a la presidenta del Congreso (Francina Armengol) e, incluso, a la esposa del presidente de Gobierno (Begoña Gómez).
El ‘caso Koldo’, la corruptela en la compra-venta de mascarillas durante la pandemia de la COVID, el rescate de Air Europa, gracias al Gobierno socialista, y los beneficios obtenidos por la empresa que dirige Begoña Gómez gracias a Globalia, son temas que están en los medios de comunicación y que nos están dejando a los ciudadanos estupefactos por este Gobierno mentiroso y, ‘presuntamente’, corrupto.
Y, como hay que distraer a la gente para que se olviden de los ‘chanchullos’ del Gobierno, comienza la maquinaria socialista a enfangar y soltar noticias dudosas, llegando, incluso, a lesionar derechos de las personas, como le ha ocurrido al novio de Isabel Díaz Ayuso.
Los socialistas salen con “Y tú, más” para tapar el ‘caso Koldo’ (infringiendo las leyes y atentando a los derechos de respeto a la intimidad y el de la protección de datos personales), y filtran en los medios de prensa las deudas con la Hacienda Pública de la pareja de Ayuso.
Con una prepotencia y chulería inaudita, Sánchez y sus esbirros de Gobierno tienen la osadía de pedir la dimisión de Isabel Díaz Ayuso por una cuestión de la que es totalmente ajena, y nada tiene que ver ni con ella, ni con la Comunidad de Madrid que preside. Se trata de una actuación de la Fiscalía contra un ciudadano por unos posibles delitos fiscales, presuntamente cometidos por el novio de Ayuso antes de su relación con ella, y que en ningún momento está relacionado con actuaciones con la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una deuda de 350.000 euros, que ya pagó antes de ser denunciado por la Fiscalía, además de tratarse de un asunto totalmente privado de un particular con la Hacienda Pública.
Y, mientras estamos con esta ‘película’ donde la mala malísima es Ayuso, y leemos en las redes sociales acusaciones muy duras contra la presidenta de Madrid por parte del ministro de Fomento, Oscar Puente, nos tienen a los ciudadanos distraídos para que nos olvidemos de que el gobierno del PSOE pagó 475 millones para reflotar Air Europa, y que Globalia, el grupo empresarial propietario de esta compañía aérea, es el mismo que se comprometió a pagar 40.000 euros al año a IE Africa Center, de Begoña Gómez, antes del rescate del gobierno PSOE/Podemos a Air Europa…
Si comparamos los dos asuntos de estos días: el dinero público malgastado por nuestr o gobierno para salvar a la empresa privada Air Europa que, a su vez, ha beneficiado a Africa Center (dirigida por la esposa de Sánchez), con la deuda pendiente del novio de Ayuso, igual habría que decir lo de “Y tú, más” a Pedro Sánchez. Imposible ya superar tanta falta de ética y mezquindad.
Señor Sánchez, usted sí que debería dimitir.