Las fuerzas asturianas se pronuncian sobre el resultado de las elecciones en el País Vasco, focalizando el discurso en los aumentos de escaños de Bildu y del PSE, la pérdida de influencia del PNV y la entrada de Sumar en el Parlamento
Fueron horas tensas las que se vivieron el domingo en el País Vasco pero, al final, los resultados de las elecciones autonómicas diluían todas las especulaciones hechas en las semanas y meses anteriores: con un 35,22% y un 32,48% de los votos, respectivamente, el PNV y EH Bildu empataban, y abrían la puerta a revalidar la alianza entre la primera de ambas fuerzas nacionalistas y el Partido Socialistas de Euskadi (PSE), clave al haberse hecho con un apoyo del 14,22%. La subida en diputados de Bildu y PSE, unida al escaño ganado por el PP, a la pérdida de cuatro por parte del PNV, a la entrada en el Parlamento Vasco de Sumar con un escaño, al mantenimiento de Vox y a la salida de Podemos, conforma una realidad que este lunes copa todas las conversaciones políticas, y que ha provocado, incluso, reacciones en la cercana Asturias. Y, como no podía ser de otro modo, esas respuestas han oscilado de una tendencia a otra, desde la conexión con ETA esgrimida por Vox, hasta el abierto júbilo de las agrupaciones nacionalistas asturianas.
Si se hace un recorrido de izquierda a derecha por el espectro ideológico, algunas de las reacciones más eufóricas han partido de Andecha Astur. El partido asturianista, nuevamente compañero de coalición de Bildu en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo junio bajo la firma Ahora Repúblicas, utilizó su cuenta en la red social X para definir el triunfo de dicha fuerza nacionalista como un «ejemplo» a seguir en el Principado. En definitiva, para la fuerza que encabeza Daniel Cueli se trata de un modelo de cómo «uncir voluntades para ofertar a la sociedad asturiana una alternativa unitaria que permita avanzar en la transformación política y social de Asturias».
El que Podemos haya perdido toda presencia política en el Gobierno vasco ha caído como una bomba sobre la formación morada en todo el país. Por ello, no es de extrañar que no se hayan producido movimientos desde Asturias. Por el contrario, donde sí se han producido reacciones ha sido en Izquierda Unida de Asturias; y nada complacientes, de hecho. Su coordinador general regional, Ovidio Zapico, ha llamado a que la entrada de Sumar en el Parlamento Vasco, pero con un único diputado de los 75 con que cuenta la cámara, exige «reflexionar», ya que prueba «la necesidad de una izquierda sólida, bien organizada». A su juicio, es precisamente esa capacidad de organización la que explica el «tsunami» de Bildu; la misma que IU podría proporcionar a los de Yolanda Díaz. «¿Qué puede aportar IU? Esa solidez que vemos que Sumar está reclamando; esa capacidad organizativa, ese mensaje nítidamente de izquierdas. Si hubiéramos tenido eso, los resultados hubieran sido mucho mejores», ha concluido hoy Zapico.
Como en Bildu, en el PSE es un día dulce, al haber pasado de diez a doce escaños. Por eso, no es de extrañar que el presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, se haya sumado a los elogios emitidos desde el resto de España. «Efectivamente, la gente que votó (al PSE) votó al que decide», manifestaba en las horas finales del domingo el dirigente asturiano, de nuevo por medio de su cuenta en X. No obstante, sus palabras más sentidas fueron para el candidato socialistas vasco, Eneko Andueza, al que dio la enhorabuena por los resultados de una campaña, la suya, «centrada en los problemas reales de la ciudadanía, que se ha sido recompensada con el incremento en votos y diputados».
Cruzando la barrera que separa la izquierda de la derecha, en el caso del PP las respuestas al aumento de escaños en el País Vasco han llegado tanto a nivel autonómico, como desde Gijón. El presidente de los populares asturianos, Álvaro Queipo, ha aplaudido a su homólogo en Euskadi, Javier de Andrés, y a su partido por el apoyo conseguido. «Lideras un proyecto comprometido y centrado en mejorar la vida de los vascos que, sin duda, seguirá creciendo», ha afirmado Queipo, quien no ha podido evitar hacer mención al éxito cosechado por Bildu. Y es que, insiste, «desde Asturias observamos preocupados el ascenso de Bildu tras su blanqueamiento por parte del PSOE de Sánchez. Es mala noticia para Euskadi y para España».
Al mismo tiempo, y esta vez valiéndose de Facebook, el presidente del PP gijonés, Pablo González, radiografiaba lo que para él han sido las buenas y malas noticias del resultado electoral. Entre lo negativo, «un Bildu exultante, con gran apoyo social, sobre todo de jóvenes y completamente blanqueado; un PNV temeroso de perder el poder, que gana las elecciones porque a casi nadie le importa quien mueve el árbol o quien recoge los frutos, y un PSOE que, haga lo que haga, mantiene su apoyo social, incluso lo aumenta». Como contrapeso, González ha felicitado al PP vasco «por revertir la tendencia de los últimos años y volver a crecer electoralmente», y ha afirmado quedarse «con nuestros compañeros del PP guipuzcoano en particular. Nos hicieron sentir como en casa. Volví a ver al partido que recuerdo de hace años, al PP familiar y voluntarioso, al PP que te acoge y comparte». Por último, ha reivindicado «el trabajo de todos los senadores del PP Senado (y diputados), que allá donde estuviesen contribuyeron con su apoyo. Grandes personas hacen grande un partido».
La nota más excesiva era aportada por Vox Asturias, partido que, como el resto de delegaciones autonómicas, se limitó a compartir en X las palabras de su presidente nacional, Santiago Abascal. En la noche de ayer el bilbaíno, ante las palabras de una militante que apuntaba que Vox había cumplido su misión en tierra vasca, lamentaba que «ETA y el partido separatista vasco han ganado las elecciones, y que los españoles leales a nuestra patria, a la unidad, que defendemos las libertades, estamos retrocediendo posiciones des hace demasiado tiempo». Pese a ello, ha reconocido el valor del mantenimiento de Amaia Martínez en su papel de diputada como la puesta de «una pica en un Parlamento difícil», y ha resumido la importancia del resultado de Vox arrojado por las urnas al definirlo como «la semilla de la reconstrucción y la reconquista de esta tierra».