«Parece que, en el PP regional, las decisiones se toman entre bambalinas, lejos de la mirada crítica de quienes sostienen el partido (…). ¿Dónde queda el debate interno? ¿Dónde la pluralidad que debería caracterizar a un partido democrático?»
Por Covadonga Sánchez
En el peculiar ‘juego de tronos’ que parece jugar el Partido Popular en Gijón, los afiliados y simpatizantes son meros espectadores de una trama donde los líderes locales parecen decidir el destino de la ciudad a su antojo, ignorando principios democráticos elementales. Las recientes declaraciones vertidas en el diario La Nueva España por los altos cargos del PP regional y local no hacen más que confirmar esta preocupante tendencia. El presidente regional del partido, Álvaro Queipo, parece haber encontrado en Ángela Pumariega a su nueva musa política. No escatima elogios hacia ella, y no es para menos, pues la pretende catapultar como la candidata ideal. ¿Qué importa la voluntad de los afiliados y simpatizantes?
Parece que, en el PP regional, las decisiones se toman entre bambalinas, lejos de la mirada crítica de quienes verdaderamente sostienen el partido. Pero la corte de aduladores no termina ahí. Recientemente la concejala Ángeles Fernández-Ahúja, junto con otros ediles, se unían al coro de alabanzas hacia Pumariega, instándola públicamente a presentarse como candidata, a pesar de que ella ha manifestado, públicamente y en privado, que no se va a presentar. ¿Dónde queda el debate interno? ¿Dónde la pluralidad de opiniones que debería caracterizar a un partido democrático?
Por si fue poco, los apoyos públicos a Pumariega desde eso que se da en llamar ‘aparato’ no cesan, a pesar de que ella ha manifestado a los medios públicos que no se presentaría; sus obligaciones y actuales responsabilidades no se lo permiten, y una vez tras otra ha manifestado que no. En la actualidad, además de la vida en el Gobierno municipal de Gijón, continúa con su afición como comentarista de regatas. ¿No se merece que la persona elegida a la alcaldía por el Partido Popular tenga dedicación completa? ¿Por qué entonces insistir en su candidatura, desoyendo sus propias palabras y compromisos?
En estos días el diputado autonómico Andrés Ruiz ha alzado sus voz a favor de la candidatura de la mencionada, en un nuevo intento de eclipsar cualquier posibilidad de discusión abierta sobre el futuro del partido en la ciudad. ¿Neutralidad? ¿Qué es eso? En este ‘juego de tronos’ particular, donde las luchas de poder y las preferencias personales prevalecen sobre la voluntad de las bases, otras candidaturas están en marcha, hechas públicas algunas de ellas tiempo atrás . Pero entre todos lo actores de esta trama, destaca un protagonista: el concejal y vicesecretario Rodrigo Pintueles.
En el juego político del Partido Popular en Gijón, Rodrigo Pintueles podría encontrar un paralelismo con Lord Petyr Baelish, también conocido como ‘Littlefinger’ (‘Meñique’), en ‘Juego de Tronos’. Ambos son figuras que operan en las sombras. ejerciendo una influencia considerable en los acontecimientos políticos de sus respectivos ámbitos, siempre en la sombra de todas las intrigas del Partido Popular. Inicialmente excluido de la posibilidad de formar parte de la candidatura municipal debido a su participación en el comité electoral (por higiene democrática impide a sus miembros formar parte de la candidatura), es incorporado a la candidatura de mayo del 2023 , contrariando abiertamente el espíritu y normas de las bases del Partido Popular. Pintueles se erige como el principal instigador de la candidatura de Pumariega, e insiste una y otra vez, a pesar de las reiteradas negativas que ella ha manifestado ¿Qué motivaciones ocultas lo impulsan? ¿Acaso la acumulación de cargos y el poder ejercido desde las sombras?
Es evidente que el PP local ha perdido el rumbo democrático. Los afiliados y simpatizantes merecen más que ser meros espectadores en un espectáculo donde los líderes locales y regionales deciden su destino sin siquiera consultarles. La política debería ser un ejercicio de debate, diálogo y participación, no una serie de decisiones tomadas en las altas esferas del partido, y transmitidas como mandamientos incuestionables. En definitiva, es hora de que el Partido Popular en Gijón recuerde sus principios democráticos y respete la voz de quienes lo conforman, antes de convertirse en una mera parodia de sí mismo. Mientras tanto, seguiremos observando este ‘juego de tronos’ local con la esperanza de que la democracia recupere su lugar en el escenario político.
Y aquellas personas que han perdido toda esperanza en este modelo del Partido Popular por estas manipulaciones constantes seguirán alejadas del mismo. Ustedes seguirán con tres concejales, ahora cinco; continúen así, y volverán a tener tres. Y, claro… La culpa la tienen los demás…
¡Que continúe el espectáculo!