Próximamente se iniciará un proceso con sello europeo en el que Asturias podrá modernizar su economía y dinamizar su sociedad
Un 9 de mayo más, celebramos el Día de Europa. Una fecha conmemorativa del aniversario de la Declaración Schuman, pronunciada en este día del año 1950 por el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Robert Schuman. En esta declaración, Schuman demandaba la creación de una Comunidad Económica del Carbón y el Acero (CECA), que se convertiría en una realidad con el Tratado de París de 1951. Ambos acontecimientos, la lectura de la declaración y la firma del tratado, se consideran los hitos fundacionales de la integración europea.
71 años después de aquella declaración, el proyecto europeo ha evolucionado enormemente: de aquella Europa de seis (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos), a la Europa de los Veintisiete que hoy conocemos; y de la CECA a la Unión Europea, pasando por las Comunidades Europeas (CECA, Euratom y Comunidad Económica Europea).
En el último año, el proceso de integración europea se ha acelerado como consecuencia de la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia de la COVID-19. En primer lugar, es preciso subrayar que la compra centralizada de vacunas contra la COVID-19 -aunque con problemas, particularmente al principio- ha garantizado el abastecimiento de dosis en todos los Estados miembros. En este sentido, la Comisión Europea prometió que en el segundo trimestre del año se aceleraría el ritmo de vacunación para lograr el objetivo del 70% de la población inmunizada a finales de verano, y así está siendo: esta misma semana veíamos cómo España batía récords de vacunación en un día.
En segundo lugar, la UE ha reaccionado a la crisis económica de forma rápida, coordinada y solidaria, demostrando haber aprendido de los errores cometidos hace una década. La puesta en marcha del histórico paquete de recuperación europeo constituye una gran oportunidad para configurar la Europa de las próximas décadas. Una Europa en la que la transición hacia la neutralidad climática y la digitalización jugarán un papel fundamental: un mínimo de un 37% y un 20% de los fondos deberán respectivamente dedicarse a inversiones verdes y digitales. También la cohesión social y territorial y la apuesta por los jóvenes serán ejes centrales de los programas a los que se dediquen los fondos europeos, que comenzarán a llegar a las administraciones públicas y empresas tan pronto como la Comisión Europea apruebe los planes nacionales de recuperación y los parlamentos nacionales den luz verde al programa Next Generation EU. Precisamente el programa Next Generation EU, que se financiará mediante la emisión de 750.000 millones de euros de deuda comunitaria, constituye el paso más decisivo en el proceso de construcción europea de cuantos se han dado en el último año y sienta las bases para la creación de un pilar fiscal europeo.
Como explicábamos en este artículo, Asturias y Gijón podrán beneficiarse de los fondos procedentes del paquete europeo de recuperación -formado por el presupuesto europeo a largo plazo y el programa Next Generation EU-. En el caso de Asturias, a los fondos que podríamos definir como “ordinarios” se suman los del Mecanismo de Transición Justa, focalizado especialmente en regiones que, como la nuestra, tienen especiales dificultades para acometer la transición ecológica por su carácter industrial y minero. El Gobierno regional presentará en los próximos meses su plan de transición ante la Comisión Europea y se iniciará así este proceso en el que Asturias podrá modernizar su economía y dinamizar su sociedad. Sin duda, una gran oportunidad local y regional, con sello europeo.
Sirva la ocasión del Día de Europa para poner en valor los avances de la Unión Europea en el último año, y para mirar a la realidad post-pandemia con esperanza y confianza en la modernización del continente gracias al impulso llegado desde Bruselas. Así lo ha querido destacar el Ayuntamiento de Gijón, engalanado desde el viernes con la bandera de la UE y donde hoy se celebrará un acto conmemorativo para reafirmar el compromiso de la ciudad con el proyecto europeo y las oportunidades que brinda. Feliz 9 de mayo y ¡viva Europa!
Ana Martínez es colaboradora de miGijón y asistente en el Parlamento Europeo