La empresa Proyecon Galicia detecta fallos en el proyecto ‘Sinapsis’, sobremanera errores en las mediciones y un estado de las acometidas peor de lo inicialmente indicado
‘Sinapsis‘, el ambicioso proyecto que prevé, en cuatro fases, modernizar las veinticinco viviendas que conforman la histórica Obra Sindical de Contrueces tendrá que esperar. De nuevo, de hecho. Y por enésima vez, para exasperación de los vecinos. Porque la empresa Proyecon Galicia, SA, adjudicataria de la actuación, ha detectado diversas irregularidades en el pliego, redactado por el arquitecto Jovino Martínez Sierra. Ninguna irreparable, cierto, pero sí lo suficientemente serias como para que sus profesionales hayan tenido que pisar el freno y plantear una reelaboración del documento. Algo que no sólo requerirá, muy probablemente, un desembolso económico extra en un proyecto que se ha ido encareciendo con los años; también exigirá más tiempo.
Las incorrecciones recogidas afectan, sobre todo, a las mediciones hechas en las fachadas de los bloques. La adecuación de estas últimas es, de hecho, una de las prioridades de la actuación, pues hoy por hoy ninguno de ellos, de cuatro plantas en altura más un bajo, dispone de aislamiento térmico. Así, según un informe trasladado al Ayuntamiento por la adjudicataria de la obra, las medidas tomadas por el equipo de Martínez Sierra no coinciden con las reales de las fachadas en cuestión, lo que podría lastrar tanto su puesta a punto como, otro punto clave, la instalación de los anhelados ascensores. Y no sólo eso; los técnicos de la compañía gallega también han descubierto que las acometidas de los pisos están en peores condiciones de lo que en origen se reseñó. Todo ello es lo que ha motivado la decisión, dejando en suspenso el futuro de los seis portales de la calle Río Cares en los que se iba a intervenir en la primera de las cuatro fases, y que suman un total de sesenta hogares.
«Ha sido otro jarro de agua fría; esto es eterno», reflexionaba la vicepresidenta de la Asociación de Vecinos ‘Los ríos’, Begoña Corveiras, poco después de conocer la noticia. Y es que, desde que Contrueces y, en concreto, la Obra Sindical fuese declarada barrio degradado en 2015, la voluntad de rehabilitar sus bloques se ha topado con sucesivos retraso; el más reciente, este mismo mes de febrero, ante la necesidad de realizar otra ampliación presupuestaria para sufragar los sobrecostes derivados de la adjudicación de la dirección de obra. Precisamente ese temor es que el ahora embarga a los habitantes del barrio, ya que, como resume Corveiras, «si lo que cueste adaptar el pliego no supera el 10% de los diez millones presupuestados, bien, pero si lo rebasa, habrá que pedir otra ampliación, y eso serán más meses de espera».
«Muchos ya no creemos que vayan a arrancar alguna vez», confiesa Begoña Corveiras
A esa inquietud se ha sumado otra, derivada del actual escenario político. A expensas de que la nueva corporación municipal tome el poder y se aclimate a sus responsabilidades, poco es lo que se puede esperar hasta entonces. En ese sentido, el único foco de esperanza es que «la concejala de Urbanismo saliente, Dolores Patón, prometió que dejaría una nota a su sustituto, indicándole que se ocupe de esto». Aun así, Corveira y sus representados son prudentes. «Ya veremos lo que nos encontramos con el nuevo gobierno».
Mientras tanto, para muchos de los residentes en el lugar este comunicado supone retornar a la casilla de salida. Y no sólo para aquellos que aguardaban la rehabilitación de fachadas para mejorar sus posibilidades de obtener un mejor precio en el mercado inmobiliario; también para las personas cuya pretensión es seguir viviendo en la Obra Sindical de Contrueces. «Tenemos a muchos veteranos de los inicios del barrio, de cuando se entregaron las primeras casas en 1962, y son de edades avanzadas; aquí hay una mujer mayor que lleva tres años sin poder salir de casa, por no tener ascensor», comparte la vicepresidenta.
Por descontado, nada de todo lo anterior contribuye a elevar un ánimo hundido por la eternización de una tarea que, «como poco, debería haber arrancado hace dos meses. Es una tras otra, y estamos cansados. Muchos no nos creemos que vaya a empezar alguna vez…».