«PP y Vox, que han votado en contra de la ley, han preferido dañar a los vecinos y vecinas de los concejos en los que gobiernan», sentencia Adrián Barbón en su balance del arranque de la legislatura
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Asturias ya tiene presupuestos para 2024. In extremis, ciertos, aprobados a las puertas del cambio de año y del tiempo de descuento, pero los tiene. En una sesión marcada por la proximidad de la transición al nuevo curso político, y que ha servido para hacer balance de estos primeros meses de la nueva legislatura, el Gobierno sacaba adelante este viernes la primera Ley de Presupuestos de este mandato, con los votos favorables de los diecinueve diputados del PSOE y de los tres de IU, reforzados por los de los dos integrantes del Grupo Mixto: Adrián Pumares, representante de Foro en la Junta General, y Covadonga Tomé, recientemente expulsada de Podemos.
Con una dotación total de 6.348 millones de euros, un 6,3% superior a la del actual ejercicio, las cuentas para el año que viene son las más abultadas de la historia de la región, algo que el presidente autonómico, Adrián Barbón, no dejó pasar por alto en su intervención posterior. Para el mandatario asturiano, «el esfuerzo inversor y el blindaje del estado de bienestar» son las señas de identidad de unos presupuestos que confirman la ruptura con dinámicas del pasado. «“Hace unos años lo habitual era encadenar una prórroga con unas nuevas cuentas, pero hoy tengo el orgullo de decir que ya son cinco los presupuestos aprobados desde que asumí la presidencia», sentenciaba. Las cuentas, sin embargo, no han contado con el apoyo ni del PP, ni de Vox. A ambos partidos se refirió igualmente Barbón, acusándoles de haber preferido «dañar a los vecinos y vecinas de los concejos en los que gobiernan».
El documento incluye un capítulo inversor de 993 millones, 72,7 más que en 2023. Existe una dotación de 298 millones correspondiente al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) y otra de 41,4 del Fondo de Transición Justa. En materia impositiva, se ha incluido la política de impuestos cero al suelo rural, que beneficiará a las transmisiones en vida de suelo rústico y explotaciones agrarias y forestales; se extiende la deducción para familias numerosas y pasan a ser consideradas familias numerosas todas las que tengan dos descendientes; se dobla la deducción por el cuidado de hijos, siempre que no superen los 25 años: la cuantía pasará de 300 a 600 euros desde el segundo hijo, y se amplían las deducciones para quienes trasladen su domicilio fiscal a Asturias por motivos laborales.
«Sean comedidos en la euforia; siguen los mismos problemas que nos prometieron resolver», clama el PP
Del mismo modo, se mejoran algunas deducciones relacionadas con la vivienda habitual y también se aumenta la deducción por arrendamiento de vivienda para menores de 35 años; y se incluye un beneficio fiscal para las personas que reciben ayudas o subvenciones del Principado por padecer esclerosis lateral amiotrófica (ELA). También se ha incluido una modificación relativa al impuesto de donaciones en línea directa, por ejemplo de padres a hijos. En el proyecto de 2024 el impuesto de Sucesiones no varía, pero sí se pretende favorecer las donaciones en vida del contribuyente. Actualmente, se aplica un tipo del 2% sólo a los primeros 10.000 euros. Para 2024 este tipo se extenderá hasta los 150.000 euros para familiares en línea directa. Al mismo tiempo, se eleva el tipo para las donaciones que superen los 600.000 euros, que quedará fijado en un 36,5%.
Si bien la sesión de ayer sólo daba pie a la votación, pues las cantidades ya quedaron sentadas en el Pleno de la semana pasada, la polémica no estuvo ausente este viernes. Las enmiendas presentadas por PP y Vox, rechazadas en dicha sesión plenaria, propiciaron reacciones esperadas y encendidas. Por parte de los populares, el diputado Luis Venta Cueli aseguró que no permitirán «que este Gobierno y sus socios comunistas construyan muros y trincheras para dividir», mientras que su compañera Beatriz Polledo lamentó que, una vez más, se levante «un muro a sus propuestas», y manifestó su deseo de que «sean comedidos en la euforia porque, si echan la vista atrás, como cada diciembre, y vamos ya por el quinto presupuesto de la era Barbón, siguen los mismos problemas que nos prometían resolver sus cuatro presupuestos anteriores».
El cierre recayó en el diputado de Vox, Gonzalo Centeno, quien afirmó que le resulta «increíble ver como el PSOE y su socios se enmiendan a sí mismos». Acto seguido, cargó contra sus homólogos del Grupo Mixto por «venderse», y concluyó declarando que «no tengo ninguna fe en que estos presupuestos contribuyan a solucionar los problemas de los asturianos, ni mucho menos a mejorar su nivel de vida. Al contrario, tengo una fe absoluta en que sólo van a beneficiar a los que ostentan el Gobierno».