Gaspar Melchor de Jovellanos es quizás el personaje más ilustre de todos los que ha habido en Gijón. Pero a lo largo de la historia en la ciudad han existidos muchos otros. Individuos muy dispares, que no salen en los libros y de los que tan solo unos pocos hablan, pero que han estado ligados indiscutiblemente a la vida gijonesa. La Perala, El Chaquetu, Rambal o el gaiteru del Humedal son un ejemplo. Ellos son los personajes más curiosos de Gijón y hoy repasamos su historia.
¿Cuáles son los personajes más curiosos de Gijón?
1. La Perala:
La Perala quería ser actriz. Se pintaba, se ponía encima todos los collares que tenía y arrastraba un carrito de la compra desde la chabola de Ceares en la que vivía hasta los escenarios de sus pequeñas funciones. No llegó a lograrlo, pero tuvo una vida de película.
Emilia Gómez, como en realidad se llamaba, no lo tuvo fácil. El 11 de mayo de 1964, su hijo de 28 años perdía la vida en trágicas circunstancias. El joven falleció en una brutal explosión con dinamita en la calle de Eladio Carreño, junto a la playa de San Lorenzo. Durante meses, no se habló de otra cosa en las calles y chigres de la ciudad. La Perala sufrió muchísimo, pero no dejó de actuar.
Cada mañana se la veía con ropas viejas y de vivos colores, cargada de bisutería hasta arriba, con unos ojos verdes llenos de rímel y unos labios siempre pintados de rojo carmín. Su historia, de hecho, ha llegado hasta la actualidad y forma parte ya del acervo popular gijonés. Cuando alguien va lleno de joyas o vestido muy estrafalario se le dice que parece La Perala, la mujer que pese a todas las dificultades nunca dejó de cantar.
2. Rambal
Alberto Alonso Blanco nació en 1928 en el barrio de Cimavilla. Ayudaba a las vecinas por unas propinas, amenizaba las jornadas en el lavaderu entonando alguna canción, actuaba en las calles anunciado por su madre ‘Concha la Guapa’ y se vestía de mujer por las noches para cantar coplas por Marifé de Triana.
Fue un homosexual declarado en la época en la que el franquismo los perseguía. Y tan solo 5 meses después de la muerte de Franco, la madrugada del 19 de abril de 1976, los vecinos alertaron de un incendio en el número 4 del por entonces campo de las Monjas. Alguien había asesinado a Rambal y había intentado destruir las pruebas prendiendo fuego a su domicilio. Nunca se llegó a descubrir quién fue.
Pero el recuerdo de Rambal sigue vivo. Y la última edición del FICX así lo demuestra. En ella, el polifacético Rodrigo Cuevas, en colaboración con IDA La Tarabica, interpretó una canción inédita del folklórico personaje, que lleva por título ‘Huye que viene el turco».
58FICX: Festival Internacional de Cine de Gijón
3. El gaiteru del Humedal
Lo llamaban el gallego y tocaba la gaita siempre sentado en el suelo, con las piernas cruzadas, el sombrero puesto y la cara mirando hacia abajo. Nunca hablaba y ni si quiera pedía dinero. Tan solo tocaba, y durante años amenizó la concurrida zona de la Acerona. Dicen que nunca nadie le ha visto la cara, pero son muchos los que le recuerdan.
Fernando Poblet en su ‘Guía indiscreta de Gijón’ incluye una foto suya, a quién él hace llamar el gaiteru civil. Quedan además algunos cuadros e ilustraciones en su honor. Incluso, en el 2013, llegó a protagonizar el cartel del Festival de Gaitas.
4. El Mercrominu
Ataviado siempre con la misma americana, unas cuantas tallas más grandes, pantalón azul de mahón, boina negra y zapatillas de cuadros, de las de andar por casa, fue uno de los personajes más curiosos de Gijón. Aunque su auténtica seña de identidad eran su cara y sus manos, siempre llenas de mercromina. La gente decía que se debía a una manía de extrema limpieza, de pulcritud necesaria al vivir rodeado de basura.
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