Conocedores de las razas implicadas defienden que, en un entorno estable y seguro, no entrañan riesgos, mientras el PSOE local reclama al Ayuntamiento reforzar el control municipal sobre canes peligrosos
Ya han transcurrido cuatro días desde que, el pasado sábado, la corredora Carmen Suárez Corujo fuese atacada en un camino de Tremañes por una pareja de perros, un pastor alemán y un cruce de pitbull; los mismos que, poco después, la emprendieron con una segunda persona, aunque sin causarle tanto daño, y que el día 12 hicieron lo propio con otros tres senderistas. Y mientras, la atleta gijonesa se recupera en el Hospital de Cabueñes de las heridas sufridas, todavía son muchos los interrogantes por resolver: qué sucedió realmente, por qué la finca en la que se hallaban los canes estaba abierta… Y, no menos importante, cuál es la realidad que viven ambos animales para llevarles a emprenderla a mordiscos con dos desconocidos que, a priori, no les provocaron en modo alguno. Es ese último aspecto el que, a expensas de conocer el resultado de la investigación en curso, más escama a veterinarios y propietarios de mascotas, que coinciden en un punto: no es algo normal.
«Ahí hay algo raro», reflexiona Gonzalo Álvarez, responsable del Centro Veterinario Parchís. Acostumbrado a tratar con canes desde hace años, sabe, sin margen para la duda, que esas razas «tienen mucho carácter, pero no se lanzan a atacar a la gente de buenas a primeras; de hecho, en Estados Unidos el pitbull se utiliza para cuidar a los niños». Siempre, desde luego, que el entorno en el que vivan sea estable, cariñoso y sin estímulos negativos. «Estos perros, mal enseñados o mal dominados, sí son peligrosos. Hace falta que la persona tenga dos dedos de frente, que sea estable, esté preparada sepa controlarlos, y que los tenga siempre con correa y bozal». Y, si la conducta del animal se desmadra, Álvarez anima a acudir no a adiestradores, sino a un veterinario etólogo. «Un adiestrador está bien para competiciones, para corregir cosas sencillas… Pero la preparación del etólogo es más amplia».
Las nuevas informaciones referentes al ataque sufrido por Corujo que ayer mismo llegaban desde el Ayuntamiento de Gijón parecen confirmar que el estado en que se encontraban los perros que la asaltaron se aleja sensiblemente de ese ideal recomendado. Ni el pastor alemán, ni el cruce de pitbull tienen chips identificadores ni cartillas de vacunación, y tampoco están registrados. Además, el martes 12 habían atacado a otras tres personas, dos de las cuales presentaban mordeduras en las piernas, y tuvieron que ser atendidas por personal sanitario. Ambos canes se encuentran ahora en el albergue municipal de animales de Serín, a la espera de que concluya la investigación; será entonces cuando se determine si le son devueltos a su dueño, S. W. C., de 29 años, o no.
Evaluación psicotécnica previa sí, pero también física
Ese escenario nada tiene que ver con el que Rubén Urraca, vecino de la céntrica calle Corrida, ofrece a sus dos pitbull: ‘Bull’, de once años, y ‘Duna’, de nueve. La prueba es que, en los cinco años que lleva con ellos, jamás ha tenido ningún percance. «Si se cumplen las normas básicas, no hay nada que temer. Yo siempre los saco con bozal, con correa de no menos de dos metros, manteniéndolos siempre a mi lado… Aunque es cierto que veo a muchísimos dueños de perros potencialmente peligrosos que no lo hacen así», admite. En su opinión, tales precauciones son esenciales al hablar de razas muy sensibles a estímulos como «los pitidos de los coches, los petardos…». Su conclusión, como la de Álvarez, es que una buena preparación previa es fundamental. «Ahora hay que pasar un psicotécnico, pero creo que también se debería evaluar la capacidad física; si no puedes con el animal, te va a condicionar. Y, sobre todo, hay que demostrar capacidad psicológica y voluntad de cuidado».
Por el momento, lo ocurrido el sábado ya ha propiciado las primeras reacciones políticas, procedentes, en este caso, del PSOE local. El concejal Juan José Alonso reclamaba este martes al Gobierno gijonés que refuerce la vigilancia para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente sobre la tenencia responsable de perros potencialmente peligrosos, al entender que lo padecido por Corujo «no es un caso aislado y pone de manifiesto una problemática más amplia sobre la que tenemos que actuar con urgencia». En ese sentido, aprovechó para adelantar que, en la próxima Comisión de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Participación, su grupo preguntará qué está haciendo el Ejecutivo para que se cumplan los requisitos que marca la nueva Ley de Bienestar Animal, qué acciones para evitar infracciones de la Ordenanza reguladora de la Protección y Tenencia de Animales de Compañía y, muy importante, por qué los canes que mordieron a la atleta eran reincidentes.