La corredora gijonesa sufrió este sábado el brutal ataque de dos perros mientras entrenaba: «Si llega a ser uno más, ahora mismo estoy muerta». Se recupera de las heridas en Cabueñes

La mañana del pasado sábado no se le olvidará fácilmente a la corredora gijonesa Carmen Suárez Corujo. Según ella misma relata desde el Hospital de Cabueñes, donde se recupera de las heridas sufridas, dos perros, de raza «pitbull con lobo» la atacaron mientras entrenaba en Tremañes. La rápida intervención de un conductor que pasaba por la zona la salvó de morir allí mismo: «Fue mi ángel de la guarda. Si no llega a aparecer o hay un perro más yo me muero allí. Me hubiera gustado pedirle el teléfono. Estoy viva de milagro«.
Con el susto todavía en el cuerpo, la deportista recuerda el caso de Arancha Corcero, la corredora que el pasado mes de octubre perdió la vida tras ser atacada por una jauría de perros en Zamora. «Fui yo, pero podía haber sido cualquiera», cuenta Corujo. El conductor que la ayudó, junto a dos ciclistas que pasaban por la zona, fueron quienes le prestaron los primeros auxilios y llamaron a la ambulancia y a la Policía. «Cuando bajó del coche estaba desencajado el pobre hombre. Me vio allí, con toda esa sangre…no atinaba casi ni a llamar al 112».


Sobre el brutal ataque, Carmen recuerda mirar hacia atrás y ver ya muy cerca a los perros: «Llevaba una mochila, traté de defenderme con ella, pero eran muy agresivos. Llevaban mucho tiempo sin comer o les habían pegado, porque su agresividad no era normal». Tras un primer forcejeo, los perros consiguieron tirar a la corredora, de apenas cincuenta kilos, al suelo, donde le mordieron por todo el cuerpo, «solo salvé la cara, porque caí boca abajo». Sufre lesiones y mordiscos por las que ha tenido que ser intervenida, y que, de momento, la mantienen postrada en cama. «Uno de los brazos lo tengo deshecho, la pierna izquierda también…estoy con calmantes, solo quiero recuperarme lo antes posible y poder volver a hacer lo que más me gusta», explica la deportista, tratando de mirar con optimismo hacia el futuro.
De momento, la gravedad de las heridas la mantendrá varios días más ingresada, pero ya piensa en calzarse las zapatillas. «Si hubiera llevado los bastones que a veces llevo para correr, quizá me hubiera podido defender. Pero ese día no los cogí, porque tenía pensado ir por asfalto», lamenta. Sea como fuere, la de Gijón pide una solución para quien tiene animales en este estado. «La culpa no es de ellos, es de los dueños. No puede ser que con la cantidad de leyes que tenemos haya gente que pueda tener así a los perros».
De hecho, Carmen no fue la única agredida esa mañana. Otro hombre, poco después, fue mordido por los mismos perros, aunque afortunadamente sus heridas fueron de menor consideración. Tras el incidente, los perros volvieron a la finca de la que se habían escapado, tal y como informa la Policía Local. Asimismo, los agentes pudieron localizar al propietario, contra el que se actuará de oficio. Además, y tal y como recoge Europa Press, el pasado día 12 la Policía Local ya habría recibido otra llamada informando del ataque de los mismos perros a tres personas. Dos de ellas presentaban mordeduras en las piernas y fueron atendidas por personal sanitario.
Ya está bien de tener que sufrir agresiones de perros sin control. No es lógico que salgamos con miedo al campo por culpa de gente que no controla a sus perros.