El diputado Rafael Cofiño se reúne con Izquierda Unida de Gijón, con ‘Les Caseríes’ y con la FAV, para transmitirles su apoyo; desde esa última federación exigen más presión autonómica: «A Barbón le han cruzado la cara demasiadas veces»
Dentro del foco de polémicas que el vial de Jove está representando para la ciudad de Gijón, parece que cierto elemento positivo continúa aflorando entre el cúmulo de lo que los vecinos entienden como frecuentes malas noticias: la unión de fuerzas sociales y políticas, independientemente de ideologías, que, aun con matices, se está formando contra el rechazo del Ministerio de Transportes a un trazado soterrado. Y en ese frente común se integraba ayer cierta pieza de alcance nacional, de apoyo esperable pero no por ello menos celebrado por los habitantes de la ciudad: Sumar. Así, el diputado por Asturias del partido de Yolanda Díaz, Rafael Cofiño, se reunía este miércoles con representantes de la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV), de su homóloga del Distrito Rural, ‘Les Caseríes’, y de las diferentes organizaciones ciudadanas de la Zona Oeste para confirmar su aval a la petición colectiva de que la única opción admisible para el vial es respetar el soterramiento previsto en el proyecto inicial, presentado hace ya más de dos décadas.
«Hay un elemento clave de negociación, que serán los presupuestos generales del Estado, y a ese debate, y a la agenda del Consejo de Ministro, llevaremos el tema del vial«, confirmaba Cofiño, quien acudió al encuentro acompañado por el portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento, Javier Suárez Llana. Firme defensor de que esa línea de defensa común se mantenga y crezca, aunque discreto ante la posibilidad de que dicho punto implique para ciertas fuerzas la ruptura de la disciplina de voto, el diputado dejaba bien sentado que aún queda margen para el diálogo entre actores, un escenario en el que «el Gobierno asturiano tiene un papel importante«. Y es que Cofiño no eludió su reafirmación de una posible forma de administrar la polémica cuestión que cada vez resuena con más fuerza: la de que Transportes deje al Consistorio gijonés y al Principado desarrollar el proyecto del vial. De ahí la importancia de que haya «un frente común de los diputados de Asturias, liderados por las federaciones de vecinos, en defensa del soterramiento«.
La postura del representante de Sumar quedaba apuntalada con las palabras de Suárez Llana. Desde el minuto uno de su intervención el concejal de IU desterraba entrar en la discusión de las posibles alternativas al trazado subterráneo con las que se juega en Madrid, como un vial parcialmente en trinchera. «Siempre dijimos que el soterramiento era técnicamente factible, y estos días hemos visto al consejero de Fomento (Alejandro Calvo) decir, por fin, que lo es, que es un problema de dinero; es ahí donde hay que situar el debate«. A juicio del edil la solución es, pues, sencilla: «una acción política que dibuje un número en los presupuestos«. Por descontado, la cuestión será llevada mañana viernes al Consejo Social, primer paso de una estrategia que, predica Suárez Llana, ha de dejar atrás «la actitud reactiva, y dar un paso al frente». Y, tomando como ejemplo el legendario ‘Tren de la Libertad‘ que, en 2014, partió a la capital española y logró anular el anteproyecto de ley del aborto planteado por el entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, el portavoz local de IU dejaba en el aire ayer la posibilidad de convocar «un ‘Tren de la Dignidad’ a Madrid, para defender la dignidad de esta ciudad».
¿Y qué opinan los habitantes de Gijón, tanto los de la zona urbana como los del área rural, verdaderos afectados por la contaminación que el tráfico de camiones pesados por la avenida Príncipe de Asturias propicia? Bien, sus posturas son, lógicamente, más expeditivas que las de los cargos políticos presentes ayer en la reunión, y no sin motivo. «Los vecinos ya llevamos muchos desengaños a lo largo de esta historia; los tenemos con esto, con el Plan de Vías, con el problemas de la variante… Y creemos que el viernes no veremos la solución, pero allí expresaremos lo que pensamos», reflexionaba Manuel Cañete, presidente de la FAV. Inamovible, al igual que ‘Les Caseríes’, en la apuesta por el soterramiento, la federación urbana ha acallado los rumores que fijan la próxima gran manifestación a finales de octubre, y cuya fecha «se decidirá en el Consejo Social», pero sí ha confirmado que ambas entidades valoran convocar a todos los diputados asturianos, de todos los partidos, en la Zona Oeste, «para que escuchen lo que piensan los vecinos». Incluso recogió el guante arrojado por Suárez Llana, adelantando que, «posteriormente, barajaremos la idea de ir a Madrid«.
No obstante, si con algo se mostró crítico Cañete ayer, fue con la posición adoptada por el presidente autonómico, Adrián Barbón, ante el particular; especialmente tras las recientes declaraciones del dirigente asturiano en la línea de que, pese a su apoyo al vial soterrado, existen alternativas a corto plazo para sacar el tráfico de camiones pesados de La Calzada. «A Barbón le han cruzado la cara varias veces, y si se la tienen que volver a cruzar, lo harán«, sentenciaba, tajante, antes de rescatar uno de los tres puntos del acuerdo suscrito esta semana por la FAV y ‘Les Caseríes’: el ejercer presión para que nuestros representantes de todo el arco parlamentario se pongan las pilas y defiendan Asturias por encima de todo, sin ser un brazo de madera que vote lo que les digan sus partidos».
Esa defensa a ultranza del contenido del pacto la reforzaba José Ramón Uría, vicepresidente de ‘Les Caseríes’. «Tenemos las ideas muy claras, tanto la federación rural como la urbana, y aquí estamos», aclaraba, no sin antes hacer un llamamiento a la implicación ciudadana a gran escala en la batalla reivindicativa que, vaticina, está por venir. Y más pronto que tarde, además. «El ninguneo que se tiene con Gijón en materia de infraestructuras está ahí, y… ¿Qué pasa con los gijoneses? ¿Estamos dormido? ¡Esta es una más!«, clamaba al acabar el encuentro con los representantes de Sumar y de IU. Y es que, concluía Uría, «esta ciudad está muy dormida, pero no olvidemos que vivimos la guerra que hubo con el sector naval. Aquellas personas salieron a defender lo que había que defender y, si nosotros tenemos que hacerlo, así se hará«.