La protesta, fechada para el 29 de junio y secundada por veintidós organizaciones, pretende ejercer la suficiente presión como para impedir el cumplimiento de la pena de tres años y medio de prisión que se reclama para cada una de las sindicalistas

La lucha de Asturias, y de buena parte de la sociedad española, contra el encarcelamiento de ‘Las 6 de La Suiza‘ sigue sumando apoyos… Y doblando la apuesta en las calles. Así, este mismo jueves más de una veintena de organizaciones sindicales, veintidós para ser exactos, han creado un frente común para reclamar el indulto de las sindicalistas. Una exigencia que, sin embargo, no se va a quedar en las palabras. De forma conjunta, todas las formaciones integradas en esa línea defensiva han llamado a una gran movilización el próximo 29 de junio, a las 12.30 horas, en el paseo de Begoña de Gijón, bajo el lema ‘Seis de La Suiza Llibertá’. La cita promete ser masiva, toda vez que se espera la afluencia de autobuses procedentes de distintos puntos de la geografía española. Porque, para los organizadores, la situación es clara: si las procesadas acaban cumpliendo los tres años y medio de cárcel propuestos, el golpe contra los pilares de la democracia y de la libertad sindical sería durísimo. E injusto.
«Nos jugamos mucho», apuntaba esta mañana Álvaro del Río, representante de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), en el transcurso de una rueda de prensa ofrecida en la sede del Conseyu de Mocedá de Xixón. A juicio del mencionado dirigente, a las enjuiciadas «se las está juzgando por ser mujeres sindicalistas, y porque defienden a otras mujeres», un parecer compartido en Comisiones Obreras (CCOO) por María José Gutiérrez, convencida, como sus compañeros, de que los valores recogidos en la Ley de Libertad Sindical son incompatibles conque «se siembre el miedo y nos silencien». Más dura aún ha sido Lorena García Fernández; hablando en nombre de la Confederación General del Trabajo (CGT), ha tachado el proceso como otro «desprecio» contra el sindicalismo, y ha advertido de que, frente a la persecución y la represión sindical, ni la suya, ni el resto de organizaciones, darán «ni un paso atrás». «Nunca estáis solas», ha transmitido a ‘Las 6 de La Suiza’.
«Nos están asesinando», advierten desde la la Corriente Sindical d’Izquierda
Desde las trincheras de la Corriente Sindical d’Izquierda (CSI), Juan Manuel Martínez Morala ha señalado directamente a los que son, a su juicio, los dos grandes villanos de este drama: la patronal y el Gobierno, actores a los que ha acusado de «reprimir la acción sindical y coaccionar» para que se trabaje «de cualquier manera». E incluso ha sacado a colación el delicado asunto del aumento de la siniestralidad laboral, alertando de que «nos están asesinando». Más mesurada ha sido la intervención del Colectivo de Trabajadoras, desde el que se han limitado a señalar que «hoy están ellas, pero mañana podemos ser cualquiera de nosotras»; una alerta reforzada por Lena Sarasúa, de la Intersindical, al reflexionar sobre que la intención del proceso es, pura y simplemente, hacer «borrado de la historia de estas compañeras». Algo intolerable, a criterio de Mariano Suárez, en representación del sindicato La Clase Trabayadora (LCT), convencido de que «no solo quiere encarcelar sindicalistas, sino que, si se permite, estarían en peligro los valores de lucha sindical».
El testimonio de la Unión General de Trabajadores (UGT) lo ha proporcionado Abel Suárez, quien ha criticado que, en pleno siglo XXI, normas como la ‘Ley Mordaza’ sigan vigentes, «encaminadas a mermar los derechos y acciones sindicales» mediante la falsa e injusta «criminalización». Por último, el cierre de la ronda de intervenciones ha recaído en Miguel Rivero, portavoz de la Unión Sindical Obrera (USO), quien se ha sumado a la consideración de la sentencia como un «ataque» a la libertad sindical. El mismo, ha finalizado, que sólo podrá revertirse demostrando fortaleza ciudadana en las calles de Gijón el próximo día 29.
A ver, a estas personas las condenaron en un juicio con todas las garantías y el Supremo confirmó los hechos, lo que no vale, y parece que está ahora muy de moda, es que la gente no se responsabilice de sus acciones, si cometieron unos ilícitos deben pagar por ello y lo siento mucho, ya sé que fastidia entrar en la cárcel, pero es lo que hay, lo que no puede ser es que acudamos siempre al salvavidas de la persecución y la libertad sindical para evadirse del cumplimiento de las obligaciones, aparte de esto, nadie se acuerda de la pobre familia que perdió su negocio por culpa del acoso al que fueron sometidos, en realidad estos no son los seis de la Suiza, son los seis que trabajaban en la Suiza, porque la suiza era otra cosa, era una empresa familiar que se fue al garete por culpa de estos impresentables.