«Las monedas son del mismo mundo romano en desintegración de las villas romanas de Valduno y La Estaca»
«El patrimonio arqueológico podría ser un buen revulsivo para el territorio, estamos pendientes de una segunda excavación»
«Gijón tiene numerosos yacimientos arqueológicos y pocos investigados»
Alfonso Fanjul Peraza es el arqueólogo que, junto al investigador Antonio Juaneda y un vecino de Grado Roberto García, ha protagonizado el excepcional hallazgo del tesoro más grande en una cueva en España. Se trata de 209 monedas de cobre y bronce de la época tardorromana que estaban depositadas en una grieta de una cavidad natural cercana a la localidad de Berció (Grado). Fanjul, que se inició como investigador en la Campa Torres de Gijón, la “escuela” de tantos arqueólogos asturianos, también ha sido partícipe de otros hallazgos llamativos recientes, como unas piezas de la época musteriense en un yacimiento de La Zoreda, que apuntan la posible presencia de neandertales en Oviedo.
-¿Tenían indicios de que las monedas pudiesen hallarse en la cueva o fue un hallazgo fortuito?
-Fue un hallazgo totalmente fortuito. Antonio Juaneda es un investigador que se dedica a recorrer el valle del Nalón, desde el punto de vista geológico. Estábamos en un sector nuevo, haciendo una ruta más fotográfica que arqueológica. Nos encontramos con un vecino de Berció, Roberto García, que nos explicó que además de un abrigo catalogado en los años setenta, en la zona también había una cueva de grandes dimensiones. Hacía muchos años que no bajaba nadie y queríamos verla.
-Suena como el comienzo de una película de aventuras. ¿Qué se encontraron al llegar a la cueva?
-Decidimos acercarnos, el acceso no es fácil. Cuando llegamos no había resto arqueológico en superficie, salvo la entrada de la madriguera. Por allí había pasado un animal que había perforado lo que después sabríamos que era un depósito de monedas. Es una cueva que seguramente fue utilizada como refugio durante la Guerra Civil, pero las monedas estaban ocultas en un sumidero natural, fue la acción del animal la que las hizo aflorar. Eran varias decenas, monedas romanas de bronce.
-¿Qué se siente en un momento así?
-Es un momento extraño, no deja de ser un sueño que siempre tienes cuando eres un niño. Encontrar un “tesoro” así.
-¿Cuál es el interés científico del hallazgo?
-El hallazgo vino seguido de una excavación. Notificamos a las autoridades, en este caso la Consejería de Cultura, lo que habíamos encontrado y enseguida nos autorizaron y se financió una intervención de emergencia para rescatar todas las piezas y vaciar ese depósito superior. La excavación dio lugar al hallazgo de 209 monedas, el mayor depósito encontrado en una cueva de España. El récord lo tenía una cueva en el País Vasco, con 115 monedas. Aún así, lo que creemos es que las 209 monedas son solo una parte pequeña de las depositadas allí. Seguramente hubo más, ya retiradas, mientras que éstas se colaron por el sumidero y permanecían ocultas.
-¿De qué momento histórico estamos hablando?
-Es una época interesante. Las monedas fueron emitidas en Roma el año 440 dc, en la segunda mitad del siglo V y distribuidas, seguramente, en diferentes lugares del Impero. Sabemos que en aquel momento la mitad occidental de Asturias ya está en manos de los suevos, mientras que la otra mitad sigue siendo astur-romana. Viene a ser la transición a lo que va a ser el Reino de Astuiras posterior. Es una época que se caracteriza por el conflicto. Los grandes depósitos de monedas hallados se circunscriben a esta época porque cuando hay agitación, se suele esconder lo valioso en previsión de saqueos y guerra. El problema para concretar la fecha es que como son las últimas que llegan a Hispania del momento romano, tienen una perduración más larga en el tiempo. Pero nos movemos en esa fecha inicial. Una segunda excavación seguramente nos ayudará a definir mejor.
-¿A quién o quienes podrían pertenecer estas monedas?
-Las monedas en esa época se usan para pagar a militares y funcionarios. Son los últimos elementos que la economía permite, las monedas se usaban en ámbitos muy determinados de poder, militares, señores y administradores de ese final del imperio Primeros señores. No son de un grupo de vecinos o campesinos y se ocultan por la inestabilidad del momento.
-¿Qué relación puede tener este hallazgo con asentamientos romanos muy cercanos como las termas de Valduno o la villa romana de La Estaca, en Las Regueras?
– El final de esas villas se corresponde con ese momento de transición también. No disponemos de fechas exactas, pero es el mismo mundo de desintegración del Imperio Romano. Nosotros lo que pensamos es que realmente lo que hemos encontrado son las sobras que se quedaron en ese hueco natural y que había depositadas muchas más en la cueva. Las que estaban más a la vista las habrán retirado.
-Se habla mucho de la España Vaciada, ¿cómo cree que el patrimonio histórico y cultural podrían ayudar a las economías locales?, ¿el hallazgo y ese contexto de final de la presencia romana en Asturias podrían ser un revulsivo turístico?
-Sí, sin duda. De momento el lugar es de difícil acceso pero en el futuro se puede abrir una senda. Hay más yacimientos arqueológicos en la misma zona. El Ayuntamiento de Grado ha mostrado gran apoyo e interés y seguramente tengan en mente algo para el futuro. Hay estructuras visitables, y aunque las piezas estén el Museo Arqueológico, el revulsivo de relanzar las investigaciones arqueológicas en una zona de patrimonio extraordinario ayudaría mucho a generar recursos interesantes en el territorio.
-¿En qué ha quedado su anterior hallazgo arqueológico en Oviedo?
-Tuvimos la suerte de encontrar unas piezas del Paleolítico Medio durante los trabajos de limpieza del bosque de La Zoreda; hay investigadores de que circunscriben este tipo de tallas con población neandertal. Fue un hallazgo que sirvió para documentar un yacimiento nuevo e importante. Ahora se están organizando nuevas visitas.
-¿Qué le gustaría encontrar en Gijón?
-Como estudiante estuve en la Campa Torres, fue una iniciación perfecta, la escuela para muchos de nosotros, en una época en la que se empezó a desmitificar el mundo de los astures. Gijón tiene numerosos yacimientos arqueológicos y pocos investigados.
-¿Tiene fecha la próxima campaña?
-No, aún no hay fecha. La idea es poder continuar con nuevas campañas de excavaciones en la cueva, para determinar si hay un hábitat y no solo un depósito y después intentar fechar un sistema más concreto que esas monedas, con pruebas de carbono 14 en huesos y fauna.