“Nadie había avisado de que la reunión se produciría solo si la acampada se levantaba»
Las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio (SAD) cumplen 16 noches acampadas frente a la sede del Ministerio de Trabajo en Madrid denunciando “la discriminación” que sufre el sector. La Plataforma Unitaria de Auxiliares de Ayuda a Domicilio busca poner de relieve lo que considera un abuso por parte de la administración. El viernes pasado, tras más de una semana durmiendo al raso, recibían la esperada llamada: la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, las recibiría este mismo lunes para, según cuentan, “concretar una agenda y un primer esbozo de calendario de trabajo”.
La reunión, sin embargo nunca ocurrió, tal y como explica Carmen Diego, de la Plataforma SAD Asturiana: “Nos encontramos en su lugar a Josep Vendrell, jefe de gabinete de vicepresidencia, quien nos dice que la reunión solo se va a llevar a cabo con la condición de levantar el campamento, independientemente de lo que luego se hable”. Algo ante lo que las trabajadoras decidieron plantarse: “No venimos a hacernos una foto con Yolanda Díaz y nada más”.
“No venimos a hacernos una foto con Yolanda Díaz y nada más”
Alejandra Tejón, portavoz de Podemos Xixón y trabajadora también del SAD conoce estas reivindicaciones en primera persona. De hecho, durante los últimos 20 años ha estado siempre del lado de la Plataforma, “peleando” por sus derechos. También ha pasado tres noches en Madrid, acampada con sus compañeras, como parte del refuerzo que llevan a cabo los fines de semana para “acompañar” a quienes cumplen ya dos semanas durmiendo a las puertas del Ministerio.
Dice no “entender cómo se puede decir una cosa y luego otra”, en referencia a que “nadie las había avisado de que la reunión se produciría solo si la acampada se levantaba. Hay una decepción general, sobre todo por las compañeras. Se había generado una ilusión de que finalmente se iba a conseguir esa reunión”. Y señala que “como trabajadora estoy totalmente de acuerdo en las reivindicaciones que hacemos, somos un sector altamente precarizado, que ha estado en primera línea de pandemia y que ha recibido elogios de todo el mundo. Sin embargo, así seguimos”. Además, añade, “estoy a favor de que se escuche a todos los colectivos, y es que si estoy donde estoy es precisamente para dar voz a la calle y aportar soluciones”.
Discriminación en la prevención de riesgos laborales
Entre los derechos que reclaman, se encuentran la “discriminación” que, señalan, sufre su sector en la norma de prevención de riesgos laborales. Tal y como explicaba hace unos días Carmen Diego a este medio, “a pesar de ser trabajadoras por cuenta ajena nos encontramos excluidas del amparo legal de esa norma, porque no es posible evaluar nuestro puesto de trabajo, es decir, los domicilios a los que acudimos. Esto ocurre porque hay una colisión entre dos derechos fundamentales, el artículo 18 de la Constitución, que garantiza la inviolabilidad del domicilio y el 15, que garantiza el derecho a la vida. “Prevalece el 18”, precisaba, sin embargo, “las personas usuarias del servicio, para poder recibirlo, deben presentar a la administración documentos tan personales como informes médicos, económicos, sociales…Pero evaluar nuestro puesto de trabajo no se permite”.
De esta manera, la Plataforma continúa con su acampada en Madrid, reforzada los fines de semana por más compañeras que acuden desde Asturias y Murcia, “el fin de semana llegamos a ser diez, aunque las que estamos aquí fijas, todo el tiempo, somos tres”. Por ello, para mostrar su apoyo, se celebraron ayer en Gijón y Murcia sendas concentraciones recordando a las reivindicaciones del sector, a las que continuarán la manifestación convocada este domingo a las 12 horas en la Plaza de la Villa de Madrid y que tendrá como destino final la Puerta del Sol.
El colectivo de trabajadoras del S.A.D, ESENCIALES durante la pandemia que llevamos luchando por la dignidad y el reconocimiento de este trabajo con un salario q nos permita vivir dignamente, nos reconozcan las enfermedades laborales y la jubilación a los 60 años. Resulta que ahora nos chantajea la ministra d trabajo y poco a poco nos estamos convirtiendo en una ONG. por una limosna que cada día trabajando con grandes pesos nuestros cuerpos se convierten en grúas humanas y las que llegan a los 60 años están destrozadas, con hernias cervicales,lumbares, tendiditis, ciáticas etc
Todo ello conlleva seguir viviendo con antiinflamatorios, ansiolíticos, antidepresivos y no se nos evalúan los riesgos laborales porque nuestro trabajo se realiza en domicilios privados. ¿Hay quien pueda seguir trabajando en peores condiciones?