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La tradición ciclista de Gijón se remonta a finales del siglo XIX cuando nuestra ciudad construyó uno de los primeros velódromos de toda España en la zona de la Plaza de Europa. En 1888 se disputaron en el velódromo municipal las primeras carreras de las fiestas de Begoña con distintas especialidades (biciclos, triciclos y bicicletas) y ante un nutrido público. Los ciclistas vestían prendas especiales (jersey, pantalón corto, zapatillas finas), mostrando la imagen de modernidad que querían transmitir los nuevos sportman. En la competición participaron cinco velocipedistas madrileños, seis de Oviedo, diez de Gijón y cuatro de Villaviciosa, todos ellos con el nombre de sus clubes en los maillots.
Gijón además contó con la única fábrica de bicicletas que hubo en el norte de España hasta 1923: la Casa Cuesta que llegó a producir varios miles de bicicletas (modelos caballero y señora) en su largo devenir, desde 1905 hasta 1936. En Gijón llegó a haber una docena de garajes de bicicletas en la década de 1920, destacando el citado Garaje Cuesta, sito en la plazuela de San Miguel, y París Sport, en la calle Covadonga. En la foto adjunta una exposición de bicicletas en la Feria de Muestras Asturiana celebrada en Los Campos Elíseos de Gijón en 1925.
