SEMANA EUROPEA DE LA MOVILIDAD: ENTREVISTA CON AURELIO MARTÍN
“Reduciendo ciertos niveles de comodidad podremos luchar contra el cambio climático, como los viajes en coche que suponen 10 minutos andando”
“El intercambiador del Humedal mejorará la eficacia de la intermodal y no suplantará sus competencias”
“La conectividad este-oeste del metrotrén nos hará replantearnos las conexiones con otros medios de transporte, que deberán ser más radiales”
Gijón celebra ahora la Semana Europea de la Movilidad con el ánimo de concienciar a los vecinos de la importancia de combinar en el día a día distintos medios de transporte. El concejal del ramo, Aurelio Martín, cree que todavía queda mucho por hacer pero que el gobierno local está muy lejos de “querer cargarse todos los coches”, como algunos dicen. Martín, que estuvo el viernes en Vitoria aprendiendo de una de las ciudades de referencia en movilidad, cierra una semana agitada, tanto por la última sentencia sobre el Piles como por la renuncia de Ana González a presentarse como candidata socialista en las primarias. Ambos temas posteriores a la realización de esta entrevista.
¿Qué supone la Semana Europea de la Movilidad para Gijón?
Todas las grandes ciudades de España nos hemos adherido a esta campaña. Como reza el lema ‘Combina y muévete’, está muy enfocada al fomento del transporte público. Después de la pandemia, queremos que vuelva a recuperar el protagonismo y fomentar sus beneficios: proteger el medio ambiente y viajar con seguridad. En el programa de actividades hay cosas tan diversas como un ajedrez gigante en el ‘cascayu’ o cursos para aprender a andar en bici. Además, la carpa instalada en la plaza del Seis de Agosto permitirá a los visitantes comprender el Plan de Movilidad Sostenible 2021-2030 en 5 minutos, de un golpe de vista. Como dicen, vale más una imagen que mil palabras. Se convertirá en una exposición itinerante que queremos llevar a los distintos barrios. El Llano será el primero de ellos.
¿Están los gijoneses concienciados con el transporte público?
Queda mucho por hacer. El transporte público supone el 11% de la movilidad en Gijón. El nuevo plan 2021-2030 pretende aumentarlo al 15%. Asimismo, queremos reducir el uso del transporte privado del 46% actual, al 39%. Es una reducción muy baja pero aún así dicen que el Ayuntamiento quiere cargarse todos los coches. Ese 7% menos es clave, porque nos reduce un 25% las emisiones.
¿Qué lugar ocupa la movilidad de Gijón en el contexto europeo? ¿Aprobamos o suspendemos?
Llevamos retraso. Por mucho tiempo se estuvo sin un planteamiento global de ciudad. Uno puede peatonalizar la calle de Santa Elena pero eso es una acción aislada, es preciso intervenir en Gijón de forma conjunta, y eso es lo que pretende el nuevo Plan de Movilidad. Se trabaja en líneas estratégicas. Por ejemplo, queremos intervenir en 20 kilómetros de itinerarios peatonales (mejoras de accesibilidad, ampliación de aceras, señalización etc.) y también añadir 24,5 kilómetros a los carriles bici, los cuales ya están diseñados sobre plano. El carril de La Calzada estará finalizado antes de este mandato. El sistema público de bicicletas ya está adjudicado y se pondrá manos a la obra en seis meses, por lo que Gijón contará con más de 250 bicis en 47 estaciones. Los fondos europeos nos permiten plantear objetivos que no podríamos alcanzar solo con la financiación municipal, pero es preciso presentar los proyectos con una vocación global. La verdad que hemos salido bien parados de nuestras solicitudes.
Han visitado Vitoria el pasado viernes. Una ciudad que destaca por su supermanzana, el tranvía… ¿Estamos muy lejos de una urbe así?
Vitoria lleva décadas trabajando en movilidad. Han conseguido un gran consenso al respecto y los planes se ejecutan sin tener en cuenta el color político. Una estrategia que les ha convertido en un referente. El viernes, uno de los principales técnicos de la ciudad nos explicó los hitos que la han convertido en lo que es hoy. La visita fue un ejemplo de que una cosa es hablar de grandes proyectos y otra, verlos ejecutados. Muchas veces se critica antes del cambio y después solo hay halagos. Eso ha pasado muchas veces en Gijón, solo hay que recordar la peatonalización de la calle Corrida. Modelos de movilidad como Vitoria nos sirven como elementos de debate y reflexión.
La Semana de la Movilidad ha recuperado el ‘cascayu’, al menos durante este fin de semana. En su opinión, ¿es ya algo gijonudo o siempre será sinónimo de discrepancia entre gijoneses?
La inmensa mayoría de Gijón quiere un ‘cascayu’ peatonalizado, el único problema es cómo lo hacemos. Salvo Vox que quería cuatro carriles, todos los partidos admitían que eran necesarios unos mayores niveles de peatonalización en la zona. Realmente se trata de una discusión de cómo organizar el tráfico. Creo que podemos llegar a un acuerdo y ejecutar la peatonalización en fases. Una medida como cambiar el sentido a la avenida de Pablo Iglesias aliviaría la avenida de la Costa y aumentaría la fluidez de la circulación.
Esta semana, el viceconsejero de Movilidad del Principado, Jorge García, mostraba su apoyo al plan de Movilidad de Gijón y destacaba un punto en concreto: los caminos escolares seguros. Según él, nos pueden equiparar a Berlín o París. ¿En qué consisten?
Hasta ahora, los caminos escolares consistían en instalar un par de señales. Ahora, el planteamiento es integral: nos hemos reunido con padres y profesores para hacer un estudio de las principales rutas de acceso a cada centro, dividido en porcentajes de uso. Planteamos mejoras peatonales desde que el estudiante sale de casa hasta la puerta de la escuela. Calles más anchas, pasos más elevados de peatones, supresión de algún espacio de estacionamiento, señalización y, en definitiva, que los más pequeños ganen en autonomía en sus trayectos diarios. Esto no solo les beneficiará a ellos sino a todo el barrio.
Desde el Principado ya hablan de “corto plazo” para la puesta en marcha del intercambiador del Humedal. ¿Se llenará la zona de ruidos y contaminación como denuncia Foro?
Coges el plan que quería ejecutar el anterior gobierno de Foro y ves que se pretendía hacer lo mismo pero en la Plaza Europa, con interurbanos, buses metropolitanos, todo… Es absurda su queja. El intercambiador fue aprobado por el Foro de la Movilidad como parte del anterior Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura (PIMSS). Ahora lo que tratamos es de hacerlo todo más organizado, que te bajes de un bus y que tengas el enlace en la misma acera. El intercambiador se va a conectar con el carril bus de la avenida de la Costa. En Emtusa están entusiasmados. Recalcar que los autobuses simplemente van a parar ahí, en ningún caso van a estacionar. La zona es un nudo gordiano por la que pasan la mayor parte de líneas de la ciudad.
Hablan de más de 200 autobuses en el Humedal, con lo que supone a nivel de contaminación.
No se habla de que por allí pasan más de mil coches al día. Personalmente, lo que más me preocupa es pasar gente del transporte privado al transporte público. Insisto, se nos acusa de ‘cargarnos los coches’, pero lo que pretendemos es conseguir una mayor organización y una movilidad que sea sostenible. El gran objetivo que tenemos por delante para reducir ruido y contaminación es reducir el número de transportes privados. Queremos concienciar a la gente sobre reducir los desplazamientos cortos, aquellos que suponen 10 minutos andando. Reduciendo ciertos niveles de comodidad podremos luchar contra el cambio climático.
Tras tantos años esperando la prometida intermodal, ¿cree que la ciudadanía entiende ahora la urgencia de tener un intercambiador?
El intercambiador del Humedal mejorará la eficacia de la intermodal y no suplantará sus competencias. Buscamos una mayor conexión de intermodalidad allí donde se produce: futuras bocas del metrotrén, bicis, autobuses… Precisamente la conectividad este-oeste del metrotrén nos hará replantearnos las conexiones, que deberán ser más radiales. El metrotrén tendrá un impacto enorme. Solo con decir que habrá una línea que conecte el campus de Llamaquique con el Parque Científico y Tecnológico y el Hospital de Cabueñes.
Respondía a Ciudadanos en el pleno de esta semana: espera que las negociaciones para el nuevo Plan de Movilidad duren dos meses y esté aprobado a finales de año.
Estamos obligados por la ley de Cambio Climático a bajar las emisiones antes de 2030. Gijón necesita una planificación más global y aprobar un plan tras 8 años de espera. Es un plan que debe ser vivo y estar sujeto a cambios y variaciones. Es un plan discutible, pero la controversia que pueda originar no puede ser una excusa para que no haya plan alguno.
La reunión del Consejo Sectorial de Movilidad Sostenible era muy esperada sobre todo por miembros de la sociedad civil. ¿Supone la reválida de un Foro de Movilidad que tuvo que disolverse y en el que se denunció falta de voluntad para escuchar al pueblo?
Los servicios jurídicos del Ayuntamiento expusieron que el Foro no era el mecanismo institucional apropiado para canalizar la opinión de la sociedad civil. La participación ciudadana tiene un reglamento con limitaciones. Eso no quiere decir que, por su cuenta, la sociedad civil convoque por sus medios espacios de participación. Yo acudí a 22 reuniones del Foro de la Movilidad, con pandemia incluida, pero aquel no era el espacio apropiado legalmente para recoger el sentir de la ciudadanía.
Al igual que ocurre con el intercambiador y la intermodal, muchos vecinos de Gijón Oeste consideran más importante la ejecución del vial de Jove que la creación de las zonas con bajas emisiones.
Fue el propio consejo de distrito quien pidió la creación de una zona de bajas emisiones en La Calzada. Es cierto que para bajar la contaminación es importante atajar los focos de ArcelorMittal y el Puerto. El vial, que pronto se anunciará la licitación, será fundamental.
¿Qué información les llega al respecto de los próximos movimientos de ArcelorMittal frente a la contaminación?
Desde la empresa nos transmiten que las obras de descarbonización comienzan en el 2023. Por primera vez se visualiza una hoja de ruta y estaremos vigilantes. Este cambio es clave para tener una realidad muy diferente en pocos años.
La Federación de vecinos Les Caseríes reclama integrar en el Plan de Movilidad aparcamientos disuasorios gratuitos en días laborables y con reducción de precios el resto de los días festivos para los vehículos con identificación rural. También piden alternativas de movilidad.
No es un reproche, pero esta demanda no se expuso cuando configuramos el plan en 2019. Intentaremos buscar solución a lo que plantean los vecinos, pero estas peticiones no se recogieron cuando se estableció el pliego de condiciones.
¿La situación de inestabilidad del PSOE gijonés afectará a lo que queda del mandato de este gobierno local?
Tenemos un programa de gobierno compartido. En Gijón hay un gran consenso, lo vimos en la pandemia. Este gobierno ha impulsado sobre todo una cosa que considero muy importante: la mesa de concertación social, con empresas, sindicatos y los principales agentes de la ciudad. Hay un gran consenso con las políticas que se hacen.
Esta semana acudía a la presentación del programa del Jardín Botánico para este otoño. Como concejal de Medio Ambiente y después de dos años desde que se absorbiera la gestión del Jardín por parte de su concejalía, ¿en qué ha mejorado el cambio la gestión?
Se ha potenciado la divulgación científica. El trabajo de la Universidad de Oviedo es francamente bueno y nosotros vamos de la mano y somos cómplices de ello. El Jardín es un elemento de investigación y potenciación de la diversidad. El Principado, además, tiene un interés muy grande en seguir impulsando su actividad. Además, el Jardín, igual que el Bioparc Acuario de Gijón, es un foco de atracción turística. Un turismo familiar que nos interesa mucho y que se aleja de otros que no generan tanta riqueza para la ciudad.