Pese a la lluvia, que obligó a acortar el recorrido inicial, el paso pudo salir al encuentro de vecinos y foráneos, después de que las marchas del miércoles y del jueves hubiesen de ser suspendidas por culpa del mal tiempo
Y, por fin, los cielos escucharon las súplicas de los devotos (si se cree en ello), las nubes se abrieron (metafóricamente) y el mal tiempo remitió (al menos, en parte). Tras dos jornadas, las del Miércoles y el Jueves Santo, en las que la lluvia y el viento hicieron imposible la salida de las procesiones previstas, en la jornada de ayer, Viernes Santo, la del Santo Entierro sí que pudo, al fin, recorrer durante la tarde las calles de Gijón. Eso sí, optando por un recorrido acortado para esquivar el agua que aún caía. Previamente, a las doce del mediodía, se ofició el Vía Crucis en el parque de Isabel La Católica.
Así, la comitiva, portando los pasos del ‘Cristo Yacente’, ‘La Piedad’ y ‘La Dolora’, salieron de la iglesia de San Pedro y procesionaron por el paseo del Muro, antes de dar el salto a las calles Cabrales, Julio Somoza y San Bernardo. Allí torcieron por Álvarez Sala, antes de refugiarse de nuevo en el templo. Una escueta versión del itinerario tradicional que, aunque decepcionó a algunos, sí hizo que la mayoría de los nazarenos y fieles se sintiesen agradecidos y afortunados. La propia vicealcaldesa, Ángela Pumariega, hizo acto de presencia.
La Semana Santa gijonesa ha continuado este sábado con la procesión de la Soledad de María, a la que sucederá, a las 20 horas, la Solemne Vigilia Pascual en la iglesia de San Pedro. Finalmente mañana, Domingo de Resurrección, se celebrarán a las 12 los Pasos de la Resurrección, desde la basílica del Sagrado Corazón, y de la Virgen de la Alegría, desde la capilla de La Soledad, y a las 11.45 horas, la de San Pedro Apóstol, desde la iglesia de San Pedro. Toda la información puede consultarse aquí.