El sujeto hirió al uniformado en la boca, y trató de evitar la detención valiéndose tanto de un cuchillo de cocina, como un arma de pulso eléctrico de tipo TASER
La Justicia, a través del Juzgado de lo Penal Número Uno de Langreo, ha condenado este jueves a dos años de prisión a un hombre que, en la noche del 16 de octubre de 2021, acuchilló en la cara a un agente de la Policía Local de dicha localidad. Una sentencia que llega después de que el sujeto reconociese los hechos descritos tanto por la Fiscalía, como por la acusación particular, y de que aceptase la pena propuesta. Así mismo, ha abonado ya las responsabilidades civiles a los perjudicados.
Según el testimonio aportado por el Ministerio Fiscal el día de autos, sobre las 23.05 horas, el acusado, nacido en 1961, se encontraba en su domicilio de Sama de Langreo lanzando objetos y botellas de cristal a la vía pública, por lo que acudieron varias patrullas de la Policía Local, alertadas por los vecinos. Al llegar al escenario los primeros dos uniformados, encontraron al hombre asomado a la ventana de la casa, e intentaron dialogar con él, aunque sin éxito. Por toda respuesta, el interpelado profirió insultos hacia ellos, y arrojó otro objeto de cristal al suelo. A continuación, bajó las escaleras, descalzo y portando un cuchillo de cocina, que esgrimió ante los agentes. Estos intentaron quitárselo, con ayuda de la defensa extensible, pero sin conseguirlo; entonces, el acusado corrió hacia el portal, perseguido por los policías, momento en que tropezó y cayó al suelo, lo que aprovecharon los agentes para intentar quitarle el cuchillo.
Sin embargo, el sujeto consiguió asestar varias puñaladas a un agente en el chaleco antibalas, en el pecho y en la cara, intraoralmente. Tras la agresión, el acusado huyó hasta su domicilio. Por su parte, el policía herido fue atendido inicialmente por los viandantes y trasladado al Hospital Valle del Nalón, desde donde fue derivado al Hospital Central de Asturias (HUCA) para ser tratado por un especialista en cirugía maxilofacial. A continuación, el acusado salió de nuevo de su casa, portando un arma de pulso eléctrico TASER modelo TW-928, que lanza descargas eléctricas de alto voltaje. Así equipado, se dirigió a otro de los policías que acudieron al servicio, diciéndole «Cabrones, os voy a matar». Con todo, en esta ocasión los uniformados lograron desarmarlo detenerlo. A consecuencia de los hechos, se ocasionaron desperfectos en el portal.
Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito de atentado, otro de lesiones y un tercero de tenencia de armas ilícitas. Concurre la atenuante analógica de consumo de drogas tóxicas y alcohol, y la de reparación de daño, ya que el acusado, con anterioridad a la vista oral, abonó 11.00 euros a la víctima y 1.300,32 euros a la comunidad de vecinos afectada. Tras reconocer los hechos, el acusado aceptó una condena de un año y tres meses de prisión por las lesiones, otros tres meses de prisión por el atentado, y seis más por la tenencia de armas prohibidas, con inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.