La recién nombrada Fiscal Superior del Principado toma posesión del cargo anunciando su compromiso para que «haya una apertura a la sociedad y una cercanía al mismo para que se le conozca»
¿Qué hace un fiscal? Cuatro simples palabras que conforman una pregunta en apariencia sencilla… Aunque difícil de contestar. Sobre todo, si uno elimina de la ecuación el factor cinematográfico. Y es que el séptimo arte (casi siempre, ambientado en Estados Unidos) ha trasladado una imagen manida de los fiscales como ‘malos’ de las películas de abogados, empeñados en condenar al inocente contra viento y marea, abiertos a negociaciones de toda clase con tal de alcanzar sus fines… Por supuesto, la realidad es muy distinta, sobremanera en España. Pero, cierto es, muy poco conocida para el ciudadano de a pie. Y precisamente esa carencia es la que María Eugenia Prendes Menéndez, recientemente nombrada Fiscal Superior del Principado, se ha propuesto subsanar durante su mandato, un compromiso que ha reafirmado este mismo martes, en el acto de toma de posesión de su nuevo cargo, presidido por el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, y al que han acudido el presidente de Asturias, Adrián Barbón, y la delegada del Gobierno nacional en la región, Adriana Lastra.
Así, Prendes ha aprovechado su discurso para confirmar su voluntad de llevar a cabo un cambio en la Fiscalía asturiana, de modo que «haya una apertura a la sociedad y una cercanía a la misma». El fin último de esa campaña no es otro que conseguir «que se sepa quiénes somos, y también para evitar esos riesgos de que se creen personajes que, a lo mejor, no se corresponden con la realidad. Lo que yo quiero es que se nos entienda y que se sepa qué hacemos, en qué trabajamos y cómo servimos a una sociedad que es a la que nos debemos porque, ante todo, somos servidores públicos». A partir de ese punto de salida, la nueva Fiscal General ha dejado claro que se esforzará en vencer las resistencias detectadas a veces en la aplicación de las reformas legislativas, «miradas, en ocasiones, con recelo por algunos operadores jurídicos»; en especial, en lo relativo a la violencia contra las mujeres».
La mención de ese último aspecto no ha sido fortuita. Prendes, que hasta hoy se desempeñó como Fiscal Delegada de Violencia sobre la Mujer de Asturias, es bien conocedora de la dinámica que impera en el mismo, razón por la que, ha apuntado, no concibe su carrera «sin el compromiso con las mujeres». También en eso ha trazado unas claras líneas de meta que cruzar, incluyendo «que se produzca el deseado cambio de paradigma porque, como dijo una jurista, Altamira Gonzalo, las leyes permiten los cambios, pero no los aseguran, y ahí entramos nosotros». Más aún, para ella es imperativo que se amplíe el ámbito competencial de la Sección de Violencia de Género. «Las mujeres asturianas, los asturianos, no podemos seguir esperando a que se culmine la aplicación del Convenio de Estambul, vigente en España desde hace más de diez años», ha sentenciado. A mayores, comenzarán la preparación de la Fiscalía ante una posible reforma que atribuya la instrucción al Ministerio Fiscal, lo que podría tener en los Juzgados de Violencia sobre la Mujer su experiencia piloto.
En definitiva, Prendes ha recalcado que «habrá cambios, pero también habrá continuidad» con la «intensa y extensa» labor de su predecesora, María Esther Fernández García, en el puesto durante más de una década. No será, eso sí, una tarea sencilla, pues son muchas las piedras en el camino. Y una de las más grandes y pesadas es la escasez de recursos. «Siempre nos faltan medios, hasta el punto que hay ocasiones que nuestras funciones no se pueden desarrollar debidamente», ha denunciado hoy, antes de recordar que en la Fiscalía asturiana están en pleno proceso de digitalización, lo que convierte al actual en «un momento crítico, porque todavía tienen tanto papel como el expediente electrónico».