Desde Arbesú y la DOP Sidra de Asturias, afirman que hay pocos escanciadores y que el escanciado es un servicio de lujo que no podemos perder
La DOP Sidra de Asturias organizó el pasado viernes una visita al llagar de Arbesú. Su gerente, Alfonso Arbesú Cimadevilla, afirmó durante la misma que el sector de la sidra está «a media asta, no hay gente detrás para tirar por el negocio».
El viernes hacían la primera mallada de la DOP en esa pumarada, que lleva unos 3.500 kilos de manzanas este año, pero «no llegará a los 6.000 kilos, es un año complicado porque no hay mucha manzana«. Eso sí, Arbesú confirmó que toda la manzana con la que trabajan siempre es asturiana.
Jorge García, director de producción vegetal de Campoastur, reiteró que este año, dentro de la poca manzana, es «especialmente malo, la cosecha está a un 25-30 %». Además, hay un cambio, «por el calor que hubo estos meses, la manzana tiene mucho azúcar, esto no es algo normal, tienen que pasar bastantes años hasta que se repita». La campaña «no durará más de tres semanas y ya se sabe que va a ser un año flojo por la floración», concluyó.
Este llagar se introdujo en la DOP hace dos años, «a pesar de hacer sidra natural, perdíamos clientes y todo el sector se unió a la DOP, si no lo haces te quedas atrás, hay que adaptarse a los tiempos«, explicó el gerente de Arbesú.
Esta denominación fue una de las participantes en Gijón de Sidra, algo que les vino «muy bien», dado que «nuestra sidra no es tan conocida en el mercado, nos dio mucha publicidad y salió muy bien, otros años sobraban cajas y este año todo lo contrario», contó Arbesú.
Asimismo, afirmó que, para él, «la sidra es lo más barato que hay, si hace buen tiempo, la gente sale a tomar una botella de sidra aunque tenga poco dinero. Por 3,50 euros que se está vendiendo, te ponen la botella, un pincho y tienes un camarero que te la escancia, la gente queda muy satisfecha». En este sentido, contó que el buen tiempo les benefició, ya que la temporada de mayor consumo de sidra es desde junio, «si viene bueno», hasta septiembre y este año el mes de octubre fue «muy bueno» dadas las altas temperaturas que hubo en toda Asturias.
En relación al escanciado de la sidra, Alfonso Arbesú y Daniel Ruiz, gerente de la DOP Sidra de Asturias, coincidieron en que hoy en día «hay pocos escanciadores, no hay y las sidrerías se pegan por ellos, a muchas no les interesa tener escanciadores si venden poca sidra por lo que cuesta conseguirlos más lo que hay que pagar por su Seguridad Social y su sueldo». Asimismo, afirmaron que «el escanciado es un servicio de lujo, no lo podemos perder, la gente de fuera alucina con él».
La sidra la envasan en madera por tradición de su padre, cuenta Arbesú: «Le da otros toques, luego la gente se acostumbra a un sabor, ahora está más acostumbrada a la fibra, pero este año nos salió muy buena la sidra, no lo digo yo, lo dice la gente«. Actualmente, tienen cubas de 6.000 litros, de las que salen unas 600 cajas de sidra natural, y un tonel de DOP de 17.000 litros.
Así se elabora la sidra DOP
Sara Herrero, técnico del Consejo Regulador Sidra de Asturias, estuvo durante la visita a Arbesú y explicó que la DOP está presente desde la recepción de la manzana hasta la elaboración de la sidra. «24 horas antes, nos avisan de cuándo va a entrar la manzana, qué llagar es, de qué productor es la manzana, de qué finca viene -tiene que estar inscrita en la DOP-, de qué parcela, de qué polígono y cuántos kilos y variedades de DOP llegan en ese viaje. Todo eso se rellena en el parte de entrega», expresó.
Aunque la manzana esté inscrita en la DOP, el llagar tiene que calificarla como apta o no apta, «tiene que llegar en las condiciones óptimas de maduración«, señaló Herrero.
El Consejo Regulador documenta todo el proceso desde que llega la manzana hasta que se empieza a procesar con preguntas en una checklist, ahí empieza el control de la trazabilidad interna en el llagar.
Después, una vez la manzana es apta, se queda durante dos o tres días en las prensas tradicionales «con el mosto pingando y luego las derivan al depósito con una pegatina y empieza la trazabilidad de la sidra DOP. El llagar califica la sidra ya hecha y nosotros hacemos una analítica en un laboratorio homologado. Si está dentro de los parámetros, la sidra se califica y pasa a ser DOP«, explicó la técnico del Consejo Regulador.
Me parece muy bien el proceso de D O P .De esta forma se tiene en cuenta el origen de la manzana y es una forma de hacer asturiania .
Ya existen muchos modelos de escanciadores «personales» y manuales…
Lo que hay que regular también son las condiciones laborales de los escanciadores. No todos están buen retribuidos.
Tiran muchas horas de trabajo. No se valora su labor. Acabará siendo una profesión a extinguir.
Los locales que los tienen los han de valorar y retribuir sus más de 12 horas que hacen en una jornada.
Asturias es tierra de arte y artesanía.Es diferente, es natural.
Señores…pongamos el corazón en hacer posible que esta profesión no desaparezca.
De lo contrario veremos a los escanciadores en los museos como algo del pasado.