«Parece ser que el cava elaborado con el método tradicional Brut Nature tiene un bajísimo nivel de azúcar (…), así que las dietas pueden admitirlo dentro de las bebidas no prohibidas. Oído esto, oído todo, pensaron nuestros protagonistas de hoy»
Aunque ya han pasado unos años, la pandemia será uno de los sucesos mundiales que nunca olvidaremos.
Dejó desgracias en muchísimas familias, pero también unió. Y, si no, que se lo pregunten a este grupo de amigos que se hace llamar ‘Amigos del Cava‘.
“Tantos meses abusando de todo aquello que teníamos en la nevera…”, asegura Juan Carnicero, uno de los dieciocho miembros de esta divertida pandilla, “que muchos tuvimos que ir al endocrino y ponernos a dieta”, recuerda, divertido.
Y… ¡Claro! Seguramente que se preguntarán qué tiene que ver la pandemia con el adelgazar, y muchísimo menos con el cava. ¡Ah! Pues, aunque parezca contradictorio, uniendo las tres palabras y añadiendo otra más, “comida”, podemos conformar lo que viene siendo ‘Amigos del Cava’.
Parece ser que el cava elaborado con el método tradicional Brut Nature tiene un bajísimo nivel de azúcar, menos de tres gramos en cada litro, así que las dietas pueden admitirlo dentro de las bebidas no prohibidas.
Oído esto, oído todo, pensaron nuestros protagonistas de hoy. ¡Hala, a darle al cava como si no hubiera mañana!
Digamos también que este grupo se divide en dos. Los dieciocho anteriormente anunciados (parece el título de una película del Oeste) y unas veinticinco personas más. Estas no acuden a todos los eventos, pero sí a algunos, de ahí el apunte.
Por tener, también cuentan con dos sedes. La oficial, grupo más reducido, se reúne los martes y viernes en el restaurante de Vicente Crespo, en la calle Periodista Adeflor.
En las ocasiones en que el encuentro requiere de más espacio, el Café Central de Javier Argüelles es el que acoge al grupo.
Hay que destacar que ambos hosteleros son miembros fundadores de esta tertulia gastronómica y disfrutona.
Cada mes y medio celebran una comida y, al año, realizan un viaje a León, siempre marcado por alguna visita a alguna bodega que incluya degustación. Desde luego, lo que no se pierden es ninguna jornada organizada a nivel local, como la de Gijón Bonito o la realizada en el Club Hípico Astur, donde se probaron infinidad de quesos asturianos.
No quieren que despidamos su pequeña historia sin recordar la próxima visita, que les llevará a conocer el llagar de Emilio Martínez, donde éste elabora la sidra Natural Espumosa Brut Nature con denominación de origen protegida.
No todo va a ser uva.