El colegió sufrió desperfectos tras el fatal accidente, sucedido la pasada semana, en la que perdieron la vida dos trabajadores
En la tarde de ayer el Consejo Escolar del Colegio San Vicente de Paúl se reunía para abordar la crisis derivada del fatal accidente que costó, la pasada semana, la vida de dos trabajadores. El derrumbe ha afectado a la estructura del edificio y, por tanto, al desarrollo normal de las clases. Desde la consejería de Educación del Principado se anunciaba que la docencia se impartiría de forma telemática. Una opción no deseada por los padres, que desde entonces están en contacto con la dirección para que, como afirmaba el presidente de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), Javier Rodríguez, “no se deje a 690 niños sin clases presenciales”.
Ahora, el AMPA ha querido, mediante un comunicado, manifestar su «total apoyo» a la gestión que está llevando a cabo el equipo directivo para recuperar la presencialidad de las clases. Tal y como señalan, la dirección del colegio se reunirá con las autoridades locales para tratar de avanzar en esta línea, y esperan que tanto el Ayuntamiento como la Consejería propongan «soluciones para desarrollar las clases de manera presencial».
«Quedamos a la espera del resultado de la reunión, con la confianza de que de la misma salgan propuestas que satisfagan a nuestra comunidad educativa», señalan desde el AMPA.