La actual concejala de Servicios Sociales, Vivienda y Educación, una de las voces más experimentadas del PP local, analiza con miGijón la situación de esos tres sectores, sus desafíos y el futuro que se extiende ante ellos en la ciudad
Política y mercenariado nunca deberían ser conceptos coexistentes. Se defienda la tendencia ideológica que se defienda, si se desciende a lo más puro de su concepción el servicio público debería responder a una única misión: defender los derechos y satisfacer las necesidades de los ciudadanos de un país, de una región… O de una ciudad. Bien, la historia ha demostrado que, en más de una ocasión, ese principio no se ha cumplido. Sin embargo, Ángeles Fernández-Ahuja García (Gijón, 1963) no ejemplifica ninguna de esas excepciones. Abogada de carrera en ejercicio desde 1993, su sólida trayectoria profesional, construida durante décadas en los tribunales asturianos, no le impidió zambullirse en las aguas de la política también en los años noventa, con el firme propósito, apunta ella misma, de tratar de hacer de su ciudad de origen un espacio mejor. Así, tras un primer periplo como concejala de 1995 a 1999, y después de un recorrido por la escena nacional de 2012 a 2015, en calidad de parlamentaria por Asturias, en 2019 regresó como edil al Ayuntamiento de Gijón, siempre integrada en las filas del Partido Popular, la formación a la que ha consagrado su faceta política. Y hoy, al frente de la concejalía Servicios Sociales, Vivienda y Educación, trata de adaptar los recursos y proyectos de esa triple área a un presente cambiante, antesala de un futuro igualmente incierto al que, así lo entiende, su área deberá estar preparada para anticiparse.
Es usted una de las integrantes del actual Ejecutivo gijonés con más experiencia política. ¿Qué lleva a una abogada con una sólida carrera profesional a comprometerse en dicho servicio público durante tanto tiempo?
Es algo puramente vocacional. Entiendo que la política proporciona los instrumentos necesarios, las herramientas adecuadas, para mejorar la sociedad. Y, cuando tienes esa inquietud, esa preocupación en favor del interés general, la política es, precisamente, un camino útil para ello.
Sin embargo, ¿cree que es una percepción compartida por el ciudadano de a pie? Las valoraciones que se hacen periódicamente de los políticos no son particularmente positivas…
Confiemos en que sí, pero es cierto que hay una visión del político no siempre óptima o positiva. Y estoy segura de que con argumentos que justifican esa visión. Dicho esto, a nivel personal, se está en política para intentar mejorar la realidad, aunque desde el punto de vista del ciudadano, y con fundada razón, no siempre se tenga esa concepción de nosotros y de nuestra labor.
Se ha puesto al frente de tres competencias que figuran entre las más sensibles y demandadas por la ciudadanía. ¿Qué tal ha sido la herencia recibida del anterior Ejecutivo en el área que encabeza?
Partimos de una realidad a la que hay que ofrecer respuestas, y queda bastante por hacer en este sentido. Tenemos que completar la dinamización de los centros de mayores, dotarlos de una normativa de funcionamiento uniforme; todo eso está pendiente. El programa contra la soledad no deseada está un tanto incipiente; debemos ampliarlo, mejorarlo y enriquecerlo. La mejora de la accesibilidad estaba en punto muerto, hasta tal punto que existía un proyecto de ordenanza de accesibilidad al cual aún no hemos accedido. Y lo mismo ocurre con la salud mental. En determinadas cuestiones sí había un desarrollo, pero en otras no. Por tanto, vamos a ir mejorando, por así decirlo, aquello que ya estaba, corrigiendo las deficiencias que hemos ido detectando, y haciendo, de forma paulatina, un examen a todas las cuestiones, a todos los programas que se han ido ejecutando a lo largo del mandato anterior.
«Ni el inmovilismo, ni la precipitación figuran en el programa de esta concejalía. Existen demandas sociales que exigen avances, pero la precipitación lleva al error»
Usted ya pasó por el Ayuntamiento de Gijón en legislaturas previas. En esta que acaba de comenzar en concreto, ¿cómo se presentan los próximos cuatro años para su concejalía?
Con importantes retos y actuaciones por acometer. Sin ir más lejos, en el ámbito de la educación estamos afrontando la cuestión de mejorar la calidad de los comedores escolares, tanto en lo que se refiere al espacio en sí mismo, como también en la implantación de un nuevo modelo de comedores, siempre a través de nuestra disponibilidad presupuestaria y de la viabilidad técnica. En este sentido, ya se hay licitado un estudio técnico para, precisamente, elaborar un diagnóstico al respecto y conocer alternativas a la hora de avanzar en ese cambio.
Ya que ha mencionado la educación, sobre el tapete está la pretensión del Principado de crear esa red autonómica de escuelas de 0 a 3 años, y la posibilidad de que Gijón se integre en la primera de las cuatro fases que la conforman…
Es algo que también tenemos que delimitar e ir perfilando. Sobre todo, debemos clarificar cómo se va a hacer, y esperamos reunirnos pronto con la Consejería de Educación, a la que ya le hemos pedido un encuentro urgente. Dicho esto, también esperamos, en el, ámbito de los comedores, ese cambio de modelo. De hecho, vamos a plantearle un convenio de colaboración al Principado. No olvidemos que los comedores son una competencia impropia de un Ayuntamiento, porque la gestión debe ser autonómica. Y ese cambio de modelo requiere de la participación del Gobierno de la región.
En todo caso, la oposición les ha acusado de insuficiente iniciativa. Sobremanera Podemos, cuya propuesta de creación de una comisión para el estudio e implantación del modelo de cocinas de proximidad fue rechazada en el Pleno de septiembre.
Nuestro objetivo no pasa por la inacción. Reconocemos que hay que avanzar, y que existe una demanda social que exige ese avance. Eso es importante. Ahora bien, ni el inmovilismo, ni la precipitación figuran en el programa de esta concejalía. Es importante dar pasos, atender las demandas sociales; no puedes, ni debes, hacer oídos sordos. Eso significa ser consciente, pero no puedes instalarte en la precipitación, porque suele avocar al desacierto. Hay que progresar, hay que ir impulsando cambios, pero desde la serenidad y el sosiego. En el tema de los comedores escolares, el grupo del PP, en marzo de 2023, aprobó en el Pleno una proposición que planteaba iniciar la exploración de cambios, de opciones sobre cómo se podían cambiar los comedores escolares. Y, cuando llegas al Gobierno, debes ser consecuente con lo que has apoyado en el pasado. De ahí que, por un lado, estemos estudiando cómo mejorar el espacio físico de los comedores, para minimizar el ruido, una de las quejas más frecuentes. Y, por otro lado, está el tema de los menús.
¿Existe ya alguna previsión en ese sentido?
Los tres grandes municipios asturianos estamos inmersos en ese estudio de cambio. Impulsarlo no puede traducirse en un crecimiento del precio del menú que, por excesivo, pueda ser perjudicial para las familias. Hay que hacer un estudio sosegado, y vamos a contar con las AMPAS, con las entidades implicadas, cuyos planteamientos siempre son enriquecedores. Sus aportaciones pueden ser sumamente positivas y, entre todos, podremos avanzar en ese cambio, desde la sensatez que supone que sea viable.
Comedores aparte, una de las grandes cuestiones educativas por resolver es la rehabilitación del colegio Rey Pelayo, clausurado desde el 12 de enero después del derrumbe de sus aulas. ¿Habrá, al fin, una pronta solución a esa cuestión antes de que se pierda la subvención europea, como teme el PSOE?
Desde mi concejalía lo que tenemos que hacer, evidentemente, es confiar en que Infraestructuras y Obras Públicas cumplan los plazos. A mí se me traslada que sí, que, aunque sin estar sobrados de tiempo, se podrán cumplir. Y no sobra el tiempo porque, desde que acontece en el Rey Pelayo el derrumbamiento, hasta que acaba el anterior mandato en junio, no se hizo nada. Se han perdido unos meses claves. A primeros de septiembre el concejal Gilberto Villoria y yo misma nos reunimos con el director general de Infraestructuras y Tecnologías Educativas, Julio Vallaure. Para entonces había un convenio detallado entre Ambas administraciones con todo lo que se debía hacer. Y, para nuestra sorpresa, descubrimos que ese convenio no valía porque, en opinión de Vallaure, era muy generalista, poco riguroso desde el punto de vista técnico, y que había que empezar de cero. Entonces se encomienda a Obras Públicas elaborar el proyecto global de la obra; eso supone sacar a licitación la redacción, adjudicarla y ejecutar, de conformidad con los plazos marcados en Europa. Y se nos dice que, una vez redactado ese proyecto, se determinará qué porcentaje financia cada parte, tanto Europa como el Principado. Entonces… ¿Qué han hecho de enero a junio? Porque si se nos dice que había un convenio a punto de firmar, y a primeros de septiembre se nos traslada que no vale, ¿de quién es la responsabilidad de esos meses perdidos? Aquí lo que se necesita es sembrar menos alarmismo, y mayor implicación y colaboración.
¿Es optimista, pues?
El personal de la concejalía de Infraestructuras está poniendo la máxima diligencia para que todo vaya en forma y en plazo. Y desde Educación preocupa que el colegio esté cerrando, que sus alumnos tengan que estar distribuidos en la Escuelona y en El Llano, y que el porcentaje de matriculación baje como consecuencia de esta clausura. De ahí que insistamos y estemos siempre pidiendo que el proceso se acelere lo máximo posible. De todos modos, no perdamos de vista un aspecto: se han perdido unos meses clave, y ahí no gobernaban ni Foro, ni el PP.
Junto con el educativo, un segundo pilar de su concejalía es el referente a los servicios sociales. ¿Cuál es la situación?
Estamos en pleno cambio de modelo de servicios. Los servicios sociales no pueden ser asistencialistas, deben ser más proactivos e intervencionistas. Tengamos en cuenta el progresivo envejecimiento. Un porcentaje importante de la población gijonesa es mayor de 65 e, incluso, mayor de 80. Los servicios sociales municipales deben atender y ofrecer respuestas a dicha situación. Por eso estamos muy implicados en seguir abordando la cuestión de la soledad no deseada de las personas mayores; vamos avanzando al respecto, con la creación de una línea de atención telefónica, y la extensión de todo el programa de soledad no deseada. En ese sentido, se ha realizado un proyecto piloto en la zona centro de Gijón, y queremos extenderlo a todas las zonas de la ciudad.
De hecho, en sus sucesivas intervenciones en el Pleno parece que la soledad no deseada se ha convertido en una suerte de cruzada personal para usted. Insiste a menudo en la necesidad de atajar ese problema.
Lo que está claro ers que hay que apostar por una política de envejecimiento activo. Se vive más, y lo que debemos procurar desde los servicios sociales es que, en paralelo, se viva mejor, con mayor calidad. En eso tienen un protagonismo fundamental los centros de mayores. Realmente, cuando vas a ellos y conversas con los usuarios, todos coinciden en la necesidad de contar con talleres, con cursos, porque no es sólo ir al taller de memoria, o al curso de espalda de zumba. Es que, a través de esos talleres, las personas se interrelacionan. Y es una interrelación fundamental para prevenir la soledad no deseada. Nuestro reto es que aquellas personas que están solas dejen de estarlo. También son muy importantes las relaciones intergeneracionales entre mayores y jóvenes, sin hacer compartimentos estancos. Y es esencial luchar contra la brecha digital, al tiempo que facilitamos la prestación de servicios presenciales.
«Nos preocupan mucho las dificultades de los jóvenes para acceder a una vivienda. Hay precariedad laboral y, por tanto, vulnerabilidad social»
Desde luego, no parece una tarea escasa… Ni fácil.
Hace pocos días hemos tenido una reunión con la Policía Local y el Cuerpo de Bomberos para intensificar la relación entre ambos organismos con los servicios sociales municipales, de modo que sea más fácil detectar y poner en conocimiento esos casos de soledad no deseada. Esa soledad, a veces, provoca situaciones de descuido, de abandono personal, y nuestro deber es, precisamente, atenderlas. Porque, no lo olvidemos, esas personas quieren estar activas; te encuentras con nonagenarios con un espíritu de 70, con unas ganas de vivir, de participar, que, desde luego, son envidiables y, además, dignas de ejemplo para los demás.
¿Y qué decir del personal que ofrece esos servicios?
La problemática del cuidador familiar, de velar por aquellos que cuidan a una persona dependiente, también nos preocupa mucho. Nuestro deber incluye fomentar actividades que aborden ese aspecto. Aparte, habrá un importante incremento de la dotación presupuestaria para el servicio de ayuda a domicilio, que debe velar por la dignificación de las trabajadoras y, por supuesto, por una mejora del servicio en sí mismo, a favor de sus usuarios o destinatarios.
De todos modos, también la juventud precisa de atenciones. Sobremanera a tenor del aumento de las patologías mentales. ¿Qué planes tienen al respecto?
El tema de la salud mental juvenil y adolescente nos está llevando a adoptar herramientas que nos permitan detectar problemáticas de esta naturaleza. Sin ir más lejos, se está impulsando un proyecto consistente en clubes infantojuveniles que permitan, a través del ocio y de la orientación, identificar trastornos o patologías de esa naturaleza. Sin olvidarnos, claro de la lucha contra las adicciones, tanto con sustancias como sin ellas. Pienso en los videojuegos, en las apuestas deportivas.. Por eso, en 2024 se aprobará el III Plan Municipal de Adicciones que, precisamente, tratará la mejor defensa para no entrar en ese juego.
Queda el tercer gran frente de su concejalía: la vivienda. Y de dominio público es que se ha convertido en un gran foco de tensiones a escala nacional, por el incremento de los precios de alquiler y compra.
Sí, es una problemática social de primer orden. Por nuestra parte, vamos a revisar los programas municipales de acceso a la vivienda, porque la realidad evoluciona. Por ejemplo, puede que haya que actualizar algunas exigencias o requisitos en el programa de ayudas al alquiler, para aumentar el rango de beneficiarios. Y hemos de potenciar el Xixón Alquila, en el que el Ayuntamiento hace de intermediario, porque creo recordar que es un programa que hasta ahora ha tenido poco éxito. No son muchos los propietarios que han solicitado esa mediación municipal, y habrá que estudiar cómo incentivar las condiciones para revertir eso. Aparte, en función de la disponibilidad presupuestaria, nuestra pretensión es ir adquiriendo inmuebles para incrementar el parque municipal de vivienda social, que ahora ronda las doscientas. Hoy por hoy, el presupuesto de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMVISA) ronda los seis millones de euros; hay que ir ampliándolo.
De todos modos, ¿han notado un aumento de las solicitudes de ayudas a tenor de la subida de los precios en el sector inmobiliario?
No podemos confirmar si ha habido un crecimiento, pero es cierto que existe una fuerte demanda de ayudas al alquiler, y que EMVISA, en un plazo de unos dos meses, tramita y concede dichas ayudas. En cualquier caso, esa alta demanda refleja la dificultad económica de muchos colectivo vulnerables que necesitan dichas ayudas. Nuestra idea, por tanto, es llegar a un mayor segmento poblacional. Nos preocupan mucho los jóvenes, la grandes dificultades que encuentran para acceder no ya a una vivienda en propiedad, sino a una en alquiler. Bien por estar en situación de desempleo, bien porque sus salarios, aun teniéndolos, no dan para pagar un arriendo. Hay precariedad laboral y, por tanto, vulnerabilidad social.
¿Tienen ya con una estimación de cuánto dinero precisará la aplicación de tales proyectos durante el próximo año?
Estamos en plena negociación presupuestaria. Puedo asegurar que esta concejalía va a plantear, como no puede ser de otro modo, un proyecto presupuestario que, en la medida de lo posible, sea ambicioso y capaz de satisfacer las necesidades de las diferentes áreas. En ese aspecto, consideramos fundamental incrementar la dotación presupuestaria de 8,4 millones en el servicio de ayuda a domicilio de cara a 202. También entendemos primordial mantener las subvenciones a las diferentes entidades sociales de Gijón, y atender las reivindicaciones que nos hacen desde los centros de mayores.
Y todo ello, mientras sigue pendiente la conversión de los antiguos juzgados de Prendes Pando en el gran centro integrado y en la sede de varios servicios sociales, algo por lo que llevan largo tiempo peleando.
Entendemos que debemos impulsar la transformación del edificio para usos sociales y comunitarios. Así lo hemos transmitido a la alcaldesa y a las otras concejalías, a efectos de iniciar contactos con el Principado y establecer un cronograma de actuaciones. También está el tema de la financiación, de los plazos para dicha tramitación… Peo lo consideramos vital para el distrito centro de Gijón.
¿Lo ve como un objetivo realista, posible de alcanzar?
En cuanto a la rehabilitación del bloque, se ha hecho una valoración que oscila entre doce y quince millones de euros. Ello conlleva unos plazos y una tramitación administrativa. Por otro lado, la Consejería de Servicios Sociales ha anunciado la concesión de cuatro millones para construir o rehabilitar un recurso que destinar a centro de mayores y de día. Claro, hay que conjugar los tiempos y la cuantía económica que supone. Por eso, insisto, hay que impulsar el proceso negociador con el Principado.
Trascendiendo su actuales competencias, usted es una veterana de la política, si bien nunca antes se había producido en Gijón algo como lo acontecido hace un mes: la expulsión de Vox del tripartito. ¿Opina que su salida del Gobierno local facilita la tarea del Ayuntamiento en general, y en un área como la que usted encabeza en particular, tan sensible al impacto de acciones y posturas extremas?
Esta concejalía dialoga absolutamente con todos los sectores, con todos los colectivos, y puedo asegurar que en ningún caso, ni en base a circunstancia alguna, se iba a condicionar o a supeditar ese diálogo y esa interlocución de la concejalía con todos aquellos colectivos que estén relacionados con el ámibto de los servicios sociales.
También es una longeva militante del PP. ¿Le sorprendió el anuncio del candidato de su partido a la presidencia de Asturias, Diego Canga, de retirarse?
Al estar en una concejalía de Gijón, tampoco conoces pormenorizadamente las claves de cualquier acontecimiento a nivel regional. Ahora bien, Diego Canga fue un magnífico candidato, un profesional muy valioso. Se ha alegado públicamente que fueron razones de tipo personal las que motivaron su salida; en ese sentido, hay que ser plenamente respetuoso.
«Quien haga hipótesis sobre Alberto Núñez Feijóo se equivoca. Es un político sólido, inasequible al desaliento y muy resistente»
¿Qué opinión le merece Álvaro Queipo, su sucesor como presidente autonómico de la formación?
Tiene todo mi apoyo. Creo que puede ser un buen presidente para el PP de Asturias. Ha demostrado, a lo largo de este tiempo, que es una persona sosegada, muy racional, inteligente y que puede dotar de estabilidad al partido. Además, es una figura que prácticamente concita unanimidad, y con la que tengo una muy buena relación personal.
De hecho, el próximo 18 de noviembre se celebrará el XVIII Congreso del PP de Asturias, con carácter extraordinario. ¿Qué espera Ángeles Fernández-Ahuja de él?
Espero que salga un partido fuerte, un partido unido, un partido consciente de su propia importancia, de su indiscutible protagonismo en la escena regional. Y, por tanto, capaz de ganar las próximas elecciones autonómicas.
¿Y con Alberto Núñez Feijóo aún como presidente del PP nacional?
Creo que quien haga hipótesis sobre Feijóo se equivoca. Es un político sólido, inasequible al desaliento y muy resistente. No cabe menospreciarlo. Da confianza al PP, es creíble, coherente y, por tanto, subestimarlo, como parece hacerlo Pedro Sánchez, es un gran error. Es un político ganador. Sabe lo que tiene que hacer ante una España en la situación actual, sometida al independentismo por parte del sanchismo.