La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) pone fin al estudio financiado por Gijón Impulsa y presenta sus propuestas para mejorar la movilidad de los trabajadores hacia los centros de trabajo
El vehículo privado constituye la opción mayoritaria para cumplir con las obligaciones laborales. Una situación que, en Gijón, se ve agravada para los distintos trabajadores de la ciudad por el hecho de que buena parte del tejido empresarial se encuentra en polígonos o áreas industriales a las afueras y de difícil acceso mediante transporte público. Bajo esas premisas surgió ECOmobility Gijón, un proyecto impulsado por la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) con la financiación de Gijón Impulsa que duró siete meses en los cuales 70 empresas de distintos tamaños y sectores ofrecieron una radiografía del grado de implantación de prácticas sostenibles en el ámbito de la movilidad con su colaboración. Las conclusiones del estudio han sido presentadas el jueves durante una jornada de cierre celebrada en el Edificio Asturias del Parque Científico Tecnológico de Gijón.
Durante el acto, responsables de FADE y Gijón Impulsa dieron a conocer las medidas de mejora elaboradas tras la investigación. Estas involucraron a empresas gijonesas de diversos sectores, tamaños y áreas de trabajo, a las que se evaluó sobre su nivel de conciencia e interés corporativo en la sostenibilidad y sus propuestas con posibles soluciones de transporte más respetuosas con el medioambiente y eficaces para sus trabajadores. «La colaboración de estas empresas ha sido fundamental para identificar acciones existentes relacionadas con la movilidad ecológica, destacar posibles limitaciones para implementarlas y para compartir experiencias y buenas prácticas», destacan los organizadores. Las recomendaciones o ideas propuestas por las empresas e incluidas en las conclusiones finales podrían desarrollarse tanto desde el sector público como desde el ámbito privado.
Incentivar el uso de coche compartido entre trabajadores constituye uno de los ejemplos, además de buscar una atención diferenciada del transporte público entre las zonas rurales y urbanas de la ciudad o mejorar infraestructuras (como los puntos de recarga de coches eléctricos o los estacionamientos de bicicletas) constituyen algunos ejemplos de las conclusiones alcanzadas, que han agrupado en los siguientes bloques:
- Mejoras en el transporte público, entre las que destacan la mejora de los horarios, frecuencia y duración de trayectos hacia grandes centros de trabajo, la reducción de las tarifas de los autobuses, la implantación de líneas de autobús lanzadera, y de líneas directas desde diferentes ciudades hacia los polígonos de Gijón, la mejora de los espacios de aparcamiento para bicicletas y patinetes, o la instalación de puntos de alquiler público de bicicletas y patinetes.
- Promoción de alternativas sostenibles, como la implementación de zonas de alquiler de bicicletas, patinetes o coches compartidos para reducir el uso de vehículos particulares, la puesta a disposición de bonos de descuento para el alquiler de vehículos eléctricos, patinetes, etc., como incentivos para promover su uso, el fomento del compromiso de la empresa en favor de la sostenibilidad y el uso responsable de recursos, o el análisis de las dificultades ligadas a horarios y falta de infraestructuras.
- Incentivos, en el ámbito interno de la empresa, que redunden en la adopción de formas más sostenibles de movilidad como la promoción del teletrabajo, o la implantación de horarios de entrada flexibles y opciones para comer en el lugar de trabajo, reduciendo así la necesidad de desplazamientos y la huella de carbono.
- Mejoras en el transporte privado con parkings disuasorios en la periferia con conexiones al transporte público para quienes viven en otras zonas y trabajan en Gijón, o considerar medidas de restricción de vehículos en la ciudad tras implementar un buen transporte público y opciones de estacionamiento.