El detenido, al que le faltaban dos días para cumplir la mayoría de edad, y sus compañeros apalearon e inmovilizaron a una quinta persona con un taburete, antes de cargar contra el propietario cuando trató de separarles
Fue una noche de Navidad complicada la que se vivió el pasado diciembre en Pola de Lena. Mientras en cientos de hogares de la localidad se celebraba el primero de los tres grandes festejos navideños, en un conocido local de ocio nocturno de dicha localidad su propietario recibía una puñalada en el cuello tras tratar de poner fin a una reyerta entre cinco clientes. Y ahora, tras más de un mes de investigaciones, la Guardia Civil ha detenido como presunto autor de aquella tentativa de homicidio a un joven al que, en el momento de los hechos, le faltaban sólo dos días para alcanzar la mayoría de edad. Por ello, pese a ser actualmente un adulto con todas las de la ley, las diligencias han sido instruidas por la Fiscalía de Menores del Principado.
Todo comenzó alrededor de las tres y media de la madrugada del 25 de diciembre. El arrestado y otros tres individuos entraron en el negocio en cuestión y la emprendieron a golpes con una quinta persona que se encontraba allí, llegando al extremo de tratar de inmovilizarla con un taburete. Durante la refriega, de gran intensidad, volaron los vasos y los recipientes; de hecho, una botella acabó dándole a un sexto cliente, que posteriormente interpuso una denuncia. Según el relato policial, mientras muchos de los presentes abandonaban el local precipitadamente, el dueño intentó disolver la pelea. Fue entonces cuando el presunto agresor cargó hasta tres veces contra él, valiéndose de cierto objeto rígido, alargado y brillante con el que, a modo de arma blanca, llegó a herirle en el cuello.
A partir de ese momento la pelea, de una violencia anormalmente alta, se trasladó al exterior. Hicieron falta tres patrullas de la Benemérita y una cuarta de la Policía Local para disolver el tumulto. Como el receptor del botellazo el propietario del local, quien sólo sufrió lesiones leves, denunció lo sucedido y, tras visionar las grabaciones de las cámaras de seguridad, y completar las pesquisas necesarias, la Guardia Civil ha podido echar el guante al sospechoso.