En cada ciudad existen edificios emblemáticos y otros con historias, anécdotas y curiosidades increíbles. Cada localidad tiene su propio pulso, y recorrer las calles y sus construcciones es una forma diferente de hacer turismo y de conocer más a fondo su historia. Más allá de La Laboral, quizás el más famoso de todos, repasamos algunos de los edificios más curiosos de Gijón y de su sorprendente arquitectura.
¿Cuáles son los edificios más curiosos de Gijón?
1. Mercado del Sur:
Inaugurado el 7 de mayo de 1899, es el único superviviente de los mercados levantados en Gijón a lo largo del siglo XIX. Las dificultades financieras del municipio para acometer la compra de terrenos y construir el mercado, pusieron en marcha la iniciativa privada. Así, se constituye en 1897 una sociedad anónima encabezada por José Las Clotas, Eduardo Martínez Marina y Vicente Ibaseta con el objeto de construir y explotar un mercado destinado a la venta de legumbres, hortalizas, cereales, carnes, pescados y cualquier otro artículo de consumo. La construcción, que siguió los modelos de los mercados de abastos modernistas, comenzó en 1898 y se inauguró un año más tarde. . El diseño corrió a cargo del arquitecto municipal Mariano Medarde y el ingeniero Buenaventura Junquera.
2. Rascacielos de San Miguel:
El inmueble fue proyectado por Manuel García Rodríguez y Joaquín Ortiz en 1935, y terminado por García en solitario en 1937 tras reformularlo. La obra, considerada el primer rascacielos de Asturias, es de estilo náutico y emula la proa de un barco. Este robusto edificio a tres fachadas preside desde su altura de nueve plantas el conjunto de la Plazuela de San Miguel, en la confluencia de las calles Menéndez Valdés y Capua. Se trata de un logrado ejemplo de racionalismo que fue precursor de la construcción en altura en la región en los años de la postguerra. También fue el primer edificio moderno en contar con ascensores, agua caliente e hilo musical en Gijón.
3. Martillo de Capua:
Alejandro Alvargonzález, alcalde de la villa en 1888, construyó para su esposa, la inglesa Annie Treacher Hodgkinson, el inmueble principal del martillo de Capua. El arquitecto elegido fue uno de los entonces de más prestigio que trabajaban en Gijón: Mariano Marín. Siguiendo los gustos de la época, Marín levantó un inmueble de líneas eclécticas y mixtura de estilos. El martillo de Capua se libró de la tormenta urbanística que sacudió la bahía gijonesa en los años 50 y 60, y hoy, más de un siglo después, sus característicos miradores acristalados siguen mirando a San Lorenzo.
4. Casa Rosada:
Muy conocido, pero poco valorado. El antiguo Hogar Materno era un hospital infantil construido en 1949 para completar a otro de los edificios más notables de Gijón, La Gota de Leche, construido 25 años antes a pocos metros. Es obra del arquitecto Pedro Cabello, y se diseñó bajo el Movimiento Moderno cuando aún pervivían los ideales de la arquitectura neo herreriana de posguerra.
5. Quinta Bauer:
La Concepción, o Quinta de Bauer, es el edificio más sobresaliente de las construcciones realizadas en Somió durante la primera época. Fue realizado por Luís Bellido, y enclavado en la parte alta de la finca para garantizar una amplia visión de las panorámicas que se pueden contemplar desde este lugar. Bellido se inspiró en modelos ingleses para realizar el proyecto de este palacete hacia 1900.