«Este nuevo Avilés ha cambiado sus malos humos por una industria sostenible y tecnológica que quiere incrementar su peso internacional aprovechando oportunidades como las que van a ofrecer los terrenos liberados por las antiguas baterías de coque de Ensidesa»

“– Me gustaría que me dijeras cómo hace uno para saber cuál es su lugar
– Yo por ahora no lo tengo. Supongo que me voy a dar cuenta cuando esté en un lugar y no me pueda ir
– Supongo que es así. Ya va a aparecer.”
Más de 20.000 personas se dan cita después de dos años en las calles del casco histórico de Avilés en una de las demostraciones de convivencia ciudadana que este año, más que nunca, supone la mejor demostración de que la mejor manera de superar los malos momentos es hacerlo juntos. La comida en la calle de Avilés va camino de los treinta años y, más allá de consolidar el interés turístico nacional de las fiestas de El Bollo, el lunes de Pascua consolida a la tercera ciudad más populosa de Asturias como un destino, como una buena opción para vivir. Como un lugar en el mundo.
Hace poco más de dos décadas, Avilés era simplemente la tercera ciudad más grande Asturias y una de las más, sino la que más, contaminada de España y de Europa. La industria trajo la vida y la riqueza a esta comarca, pero también los efectos de un sector que durante años ocultó con sus malos humos la belleza de una villa que pelea y trabaja por ser una ciudad con personalidad propia. Y desde luego, aunque queda mucha labor por delante, Avilés ya puede decir que no es una villa a la sombra o que recoge lo que dejan Oviedo y Gijón.
El regalo de Óscar Niemeyer a la ciudad hace más de una década supuso un antes y un después en la historia de la villa. Más allá de que Woody Allen tocase el clarinete en la ciudad, Kevin Spacy llenase el Teatro Valdés o Brad Pitt mostrase su interés por una pequeña villa a miles de kilómetros de los focos de Hollywood, el Centro Niemeyer, a pesar de todos los pesares que ha vivido, llegó con un pan de modernidad bajo el brazo.
La inauguración de la Acería LDIII de la antigua Ensidesa en 1989 marco el primer hito en la modernización industrial de la comarca avilesina que en el año 2002 dio un paso determinante con la inauguración del Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA), el Centro Tecnológico del Acero en 2005, el de I+D de Arcelor en 2008 y la constitución del Parque Científico y Tecnológico «Isla de la Innovación». Tres décadas después, cinco empresas del peso de Satec Hub, Windar, Gonvarri, Azsa y Saint Gobain han elegido Avilés como sede de sus centros de investigación.
El 45% de las infraestructuras para la innovación a disposición de las empresas en Asturias, está en Avilés y una de cada tres infraestructuras industriales, para la innovación de España, están en esta ciudad. Frente a la progresiva desindustrialización en España, Avilés camina para situarse en una posición de liderazgo y para ello, en este rincón del mundo se ha constituido la Red de Ciudades Europeas por la Industria que Avilés comparte con Manresa, Sabadell y Barakaldo y en la que se incluyen ciudades con una profunda tradición industrial de Portugal, Francia, Holanda, Alemania, Chequia, Polonia y Bélgica.
Este nuevo Avilés ha cambiado sus malos humos por una industria sostenible y tecnológica que quiere incrementar su peso internacional aprovechando oportunidades como las que van a ofrecer los terrenos liberados por las antiguas baterías de coque de Ensidesa. Y todo ello en un marco urbanístico irrepetible y una influencia cultural incuestionable gracias a un teatro Palacio Valdés que, aunque desde la capital muchas veces no se vea, se ha convertido en lo que la actriz Malena Alterio definió como el “estrenódromo”. El teatro Palacio Valdés encontró su razón de ser en el mundo cuando sus responsables decidieron convertirlo en el primero para acoger estrenos nacionales. A esta ola se subió hace unos meses el departamento de Cultura del Ayuntamiento de Avilés que, además de en teatro, quiere convertir la ciudad, en un “estrenódromo” de música. La violinista irlandesa Sharon Corr, “León Benavente”, Coque Malla o Raphael han elegido Avilés como inicio de sus giras por España.
Dijo el actor Federico Luppi: “Lo que hacemos por nosotros nos hace sentir muy bien”. Y en la esencia de esta afirmación se encuentra el destino que Avilés busca para encontrar su lugar en el mundo.