Ha destacado que la nueva economía debe ser «más digital, más verde, más solidaria y más circular»
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha destacado este jueves que Cogersa, además de ser un caso práctico de la colaboración institucional, está llamada a jugar un papel central en la nueva economía de Asturias, que tiene que ser, según él, «más digital, más verde, más solidaria y más circular». Así lo ha indicado durante su intervención con motivo de su visita a la nueva planta de clasificación de la basura bruta de Cogersa, con la que fabricará entre 140.000 y 160.000 toneladas al año de combustible sólido recuperado, que tiene un aprovechamiento energético, según Barbón, «de primer nivel».
De igual modo, fabricará unas 44.000 toneladas de material orgánico bioestabilizado, que se podrá utilizar en restauraciones ambientales. A mayores, se van a recuperar 7.400 toneladas al año de residuos voluminosos e industriales que no son peligrosos. Sobre la planta de tratamiento de ‘bolsa negra’, de residuos mezclados, ha explicado que la inversión superará 62,5 millones de euros. Esta arrancará en pruebas, se prevé, a partir del próximo mes de junio, lo que, a su juicio, simboliza una nueva etapa en el tratamiento de la basura en Asturias.
En la misma línea, ha indicado que es también en realidad una central de producción de energía fotovoltaica, ya que, en su parte superior, cuenta con 5.300 paneles de energía solar, con una potencia instalada de 2.530 KW que van a generar 3,7 millones kw/hora al año de energía. Gracias a ello, se cubrirá una cuarta parte del consumo energético.
Un impulso para la economía circular
Esta nueva planta de Cogersa, por todo ello, está en línea con uno de los objetivos que se había marcado el Principado para 2023, que era el impulso práctico de la economía circular. Este es el mejor ejemplo que a partir de junio será una «realidad», ha destacado. En esa misma línea, ha señalado que le toca a Cogersa afrontar los nuevos retos de la estrategia de la economía circular, que es la hoja de ruta para abordar las transformaciones que permitirán pasar del modelo lineal –producir, usar y tirar–, a uno circular, que va mucho más allá del reciclaje y que tiene como meta la sostenibilidad.
A este respecto, ha insistido en que la economía circular va a tener un papel protagonista en ese nuevo modelo económico de Asturias, que tiene que ser sostenible, eficiente en el uso de recursos, digital y competitivo, a su juicio. Todo ello de la mano de las empresas del sector. Ha citado, además, dos ejes transversales claves: la innovación y la educación. Prueba de ello, para él, son los proyectos en los que ya participa Cogersa y las actividades de divulgación y sensibilización ambiental a la ciudadanía. Barbón ha querido poner en valor, además, la «gran fortaleza» con la que cuenta Cogersa para afrontar nuevos retos, como son sus más de 400 hectáreas que son «netamente públicas», a lo que ha sumado un equipamiento que se complementa entre sí y que establecen sinergias.