La actriz, asentada en el Principado desde hace años, desvela algunos secretos de su día a día: tiempo con los vecinos, mucho deporte, paseos por el monte y cocina

Es una de rostros asturianos más reconocibles. Actriz y modelo, Blanca Romero salió de Asturias cuando contaba apenas con 16 años, tiempo en el que una agencia de modelos se fijó en ella y decidió ficharla. Cambio entonces el verde y azul del Principado por las calles de París, Milán, Londres, Japón, Madrid o México, varias de las ciudades en las que la de Gijón pudo vivir gracias a su trabajo.
Ahora, la actriz recuerda aquella época en una entrevista concedida a la revista Hola: «Me fui de Asturias muy joven. En ese momento todo me quedaba pequeño, sin embargo, nunca dejé de sentir esta tierra como mi hogar. Me encantaba recorrer el mundo, pero tenía claro que algún día me asentaría aquí». Dicho y hecho, ya que Romero lleva años instalada en la región, alejada del ruido y los focos. Aquí, junto a su hijo Martín y sus dos perros, disfruta de la tranquilidad que la aporta la naturaleza, aunque continúa ausentándose para trabajar. Así lo hizo durante el rodaje de MasterChef Celebrity, donde una vez más demostró ese desparpajo asturiano que tanto lleva por bandera.
«Yo me crie en una casa enorme, en un monte asturiano, y tuve una infancia muy feliz. Quería lo mismo para mis hijos», explica a la revista en un reportaje que incluye fotos de la nueva vivienda de la asturiana en Villaviciosa. Desde su campamento base describe una vida tranquila, rodeada de vecinos, deporte y cocina, y en la que no faltan las siestas: «Son cosas cotidianas que por mi carrera desde adolescentes no pude hacer y que ahora valoro y disfruto muchísimo«, zanja la actriz.