Acoso en EMULSA: «No se me ocurre cosa más terrible que venir al trabajo con miedo»
Sobre los miembros del equipo de gobierno que se presentan con Floro: «Yo no lo hubiera hecho jamás»
La concejala Carmen Saras ha desembarcado en la presidencia de la entidad municipal EMULSA en medio de un caso de abuso sexual y laboral, la subida de tasas de basura y la amenaza de una plaga que amenaza las palmeras de Gijón. Un periodo complicado para la edil, que aterriza en una empresa de limpieza en la que puede poner en práctica su trayectoria, pues cuenta con experiencia y formación en biología y un máster en medio ambiente. Además, siempre ha estado vinculada al movimiento feminista y participó activamente en 2014 en el conocido como ‘tren de la libertad’. Por otra parte, Saras pertenece al sector del PSOE gijonés que siempre ha apoyado a Ana González desde que fuera nombrada alcaldesa.
¿Qué va a suponer la nueva planta de clasificación de la fracción resto de Cogersa para Gijón?
Va a facilitar que los residuos que llegan en la bolsa general, que en Gijón están caracterizados como un 40% de orgánica no separada, se puedan separar y minimizar el depósito en vertedero. Esto ayudará a cumplir con el porcentaje que se marca desde la ley de residuos y de la directiva europea del 65%. Los servicios de recogida municipal y empresas municipales como EMULSA se verán beneficiadas en que los residuos generados en la ciudad serán separados y tratados adecuadamente, aunque con un coste económico. Es importante incidir en la necesidad de separar en origen, de forma que Gijón avance en la consecución por sí misma de este porcentaje y, por tanto, minimice sus gastos extra por fracción no separada.
¿Cree que un aumento en las tasas entre 30 céntimos y un euro puede tener consecuencias para determinadas personas?
Entiendo que para algunas familias pueda ser gravoso y no quiero quitarle importancia. Pero hay situaciones cambiantes, como ha ocurrido con la ley de residuos, y las tasas tienen que adecuarse. Creo que hacer el juego fácil con los impuestos no nos lleva a ningún sitio. El servicio que presta EMULSA es muy bueno y para mantenerlo y poder dar solución a las cosas que pide la ciudadanía las tasas tienen que subir.
En este sentido, ¿cómo puede ahorrar dinero la empresa?
Tenemos un horario de residuos que penaliza las bolsas que no gestionamos adecuadamente, cuando no separamos residuos. Hay que reducir esas casi 80.000 toneladas para reducir lo que el Ayuntamiento gasta en impuestos y hacer que las tasas sea menores. Nuestro plan está enfocado a una sostenibilidad ambiental. Cuando el vertedero de Serín comenzó era un valle profundo, ahora está totalmente plano por la basura que generamos los asturianos. Todos tenemos nuestra responsabilidad.
¿El caso de acoso sexual y laboral a trabajadoras por parte de un capataz ha ensuciado la imagen de EMULSA?
Al contrario, la ciudadanía ha sabido separar muy bien los comportamientos no adecuados de algunas personas con lo que es la imagen de la empresa en general.
¿Qué medidas piensa implementar para evitar situaciones de este tipo?
Los hechos demuestran que el plan de igualdad de la empresa no era suficiente. No nos tenemos que quedar en la formación más sencilla. En una empresa donde las relaciones humanas son tan importantes, hay que trabajar en un concepto mucho más amplio, como es vigilar también las interacciones en la cadena de mando. Para poder denunciar debes saber que lo que está sucediendo no es normal. En el caso de las trabajadoras afectadas, no se me ocurre cosa más terrible que venir al trabajo con miedo.
El barrio de Cimadevilla está inquieto con el vandalismo y las pintadas. ¿Valoran hacer alguna acción especial al respecto?
Conozco algunas de las reclamaciones, pero desde aquí no podemos llegar a todo. Las pintadas que limpia EMULSA son las que están en edificios públicos o que en un momento determinado pueden tener un contenido ofensivo, pero no actuamos en fachadas privadas. Hay que vigilar en origen, concienciar y denunciar, pero es cierto que es difícil identificar a las personas que hacen estas pintadas.
El insecto picudo rojo amenaza con dejar a Gijón sin palmeras. ¿Cómo están afrontando esta plaga desde EMULSA?
Llevamos tiempo trabajando en este sentido. El contrato integral que se hizo fue para un tratamiento preventivo, con una empresa que tiene un producto patentado que ellos inyectan. Tenemos cerca de 150 palmeras catalogadas en las que se está trabajando. Esta plaga es un problema que no es fácil de resolver. La palmera no es solo árbol, también es una hierba. La larva no se detecta hasta que infecta al corazón y sale. Nos preocupa porque se expande hasta 3 kilómetros a la redonda. Las palmeras están recibiendo el tratamiento, pero no hay ninguno que tenga una efectividad del 100%. Debemos trabajar también en la concienciación.
Precisamente ese contrato fue criticado por el Comité de Empresa, que acusaba a EMULSA de subcontratar servicios.
En su día no entendí esa reclamación. Ellos son conocedores de la empresa y saben que quien da las órdenes es el equipo de parques y jardines del Ayuntamiento. Nosotros sólo somos los ejecutores, a quienes nos encargan hacer ese contrato. El producto que se aplica a las palmeras tiene exclusividad y nosotros no lo podríamos comprar por nuestra cuenta. Nuestras acciones han sido totalmente transparentes y cualquier ciudadano puede entrar en la plataforma para comprobarlo.
¿Les consta que haya habido preocupación por las demoras en la convocatoria de las nuevas 146 plazas de EMULSA?
Hay inquietud y ganas, son 146 plazas y más de 3.000 candidatos. Había incertidumbre y se recibieron algunas llamadas para saber la fecha del examen. Empatizo con ellos porque yo fui opositora en su día. La logística para una prueba con semejante número de inscritos lleva su tiempo y hubo un plazo de alegaciones porque había cerca de 1.200 personas que fueron excluidas por una razón o por otras.
Como parte del gobierno local, ¿cómo ha sido el trabajo en equipo con otros ediles que han manifestado su pérdida de confianza en la gestión de Ana González?
A nivel personal te resulta duro. Cuando trabajas con otras personas eres responsable de las decisiones que se hacen en equipo. Yo lo hago y creo que es deber de cada uno tener la conciencia tranquila con lo que hace.
¿Le parece coherente que esos mismos concejales se vuelvan a presentar en la lista de Floro a las municipales?
La coherencia depende mucho de las personas, todos tenemos diferentes umbrales. Yo no lo hubiera hecho jamás.
¿Cómo ha sido su relación con la ejecutiva del PSOE de Gijón en los últimos tiempos?
Casi no he tenido contacto. Tengo las reuniones que me corresponden como concejal ¿Que si es una relación fluida como la que tenía con la anterior ejecutiva? Todo el mundo sabe que no.