Soplan aires nuevos en el campo de La Cruz. Tras una larga carrera con un sinfín de obstáculos, el objetivo se logró y la fiesta se desató en el barrio de Ceares bajo el cartel de llegada a la Segunda Federación. El próximo 5 de septiembre, el Ceares estrenará categoría ante el filial del Leganés. Un hito histórico para el club que nunca había jugado en una categoría nacional, más allá de las fases de ascenso. Una temporada para el recuerdo la que se va a vivir en La Cruz y en el barrio de Ceares, una zona que sigue latiendo al compás de su equipo de fútbol.
Con la ilusión de ver como el trabajo realizado da sus frutos. Xosé Estrada atiende a MiGijón. El vicepresidente del cuadro teyero destaca la importancia del barrio para el club, una unión que se extiende más allá de la nomenclatura. “Ceares lo es todo para el equipo, es la base del club. La inmensa mayoría de los anunciantes son del barrio o tienen alguna vinculación con él, es nuestro ámbito”, explica Xosé. El crecimiento del club también ha tenido su repercusión para el barrio, manteniendo la identidad de la zona. “Ceares se estaba quedando con unas fronteras muy difusas por el crecimiento de Viesques. La zona baja de la calle Cienfuegos o Pablo Iglesias ya estaban quedando vinculadas al centro. Una de las cosas que el club está consiguiendo es hacer de pegamento de ese rectángulo en medio de Gijón entre Pablo Iglesias y los Pericones que es nuestro barrio, que es Ceares”, cuenta Xosé.
Un líder identificado con la idea del club.
A nadie pilla por sorpresa que el Ceares es un club distinto. La filosofía del fútbol popular se identifica con el cuadro de La Cruz, convirtiendo en más meritorio si cabe los éxitos conseguidos en los últimos tiempos. “El fútbol popular reivindica el futbol tradicional, donde la gente echaba su tiempo de ocio ayudando al club, los socios tenían participación con trabajo y poder de decisión. Nosotros queremos reivindicar eso”, narra el vicepresidente cearista. Un trabajo que, este año, se ha visto recompensado con el ascenso a la 2º RFEF, categoría derivada de la extinta Segunda División ‘B’.
Al trabajo realizado durante las últimas campañas, se le sumó el año pasado un componente que ha terminado siendo vital. Todo equipo necesita un líder y el Ceares cuenta con Pablo Busto. El entrenador que logró hacer historia con el ascenso se ha mimetizado con la entidad, convirtiéndose en una parte clave para el buen hacer en La Cruz. “Pablo entiende bien lo que significa el club. No tenemos grandes recursos económicos y él entendió eso, aceptó el reto y es muy exigente en cosas que sabe que el club le puede dar”, afirma el directivo. Tenemos Pablo Busto para rato.
Con la vitola de ‘segundo equipo de Gijón’
La nueva etapa del Ceares en la cuarta categoría del fútbol español se emprende con ilusión. El objetivo pasa por lograr la salvación, lo que implica quedar en mitad de la tabla. Un objetivo “realizable, pero que se conseguirá con pelea”, cuenta Xosé. Como arma para la pelea, el Ceares no afrontará la batalla solo. Su masa social volverá a ser un factor clave que convertirá La Cruz en un auténtico dolor de cabeza para los equipos visitantes. “Entre socios y abonados, estaremos en torno a las 1500 personas”, augura, orgulloso, el vicepresidente teyero.
No es para menos. Por primera vez en la historia, el Ceares afrontará una temporada con el reconocimiento de ser el ‘segundo equipo de Gijón’. Con el descenso del filial del Sporting, solo el primer equipo rojiblanco ocupa un lugar superior en el escalafón del fútbol español. Motivo para la alegría y para la rivalidad sana. “Estamos siempre con ese pique sano con el Gijón Industrial a ver quien está por encima a nivel de clubes en Gijón. Ahora nos toca estar a nosotros por encima y esperemos que dure”, dice Xosé Estrada, vicepresidente de un Ceares que este año llevará el nombre de su barrio fuera del Principado de Asturias.
Borja Fernández es colaborador en miGijón y periodista en Radio MARCA Asturias