El grupo de gimnastas locales alcanza su décimo año de historia con una gala «más emotiva que nunca» tras cerrar el 2023 con medallas en dos de las competiciones más importantes de España
90 gimnastas, 17 técnicos deportivos, presencia en 9 colegios de Gijón… Y medallas, muchas medallas. Amasar estas cifras para un club deportivo local de gimnasia rítmica solo se consigue con mucha constancia, una precisión quirúrgica que caracteriza a la propia disciplina y años de trayectoria. Concretamente diez para el Milany, el histórico conjunto de deportistas que desde La Tejerona alcanza su décimo aniversario con el mismo número de triunfos nacionales en el medallero que años de antigüedad. De hecho, se despidieron del 2023 cerrando la temporada con plata y bronce en la Copa de España de base individual por comunidades y el nacional absoluto individual, dos de las competiciones más importantes de España. Y todo ello merecía una celebración.
El pasado 20 de enero, el club gijonés organizó su gala anual con cumpleaños de por medio, lo cual hizo la cita “más emotiva que nunca”, recuerda Aida Otero, su directora técnico deportivo. “Hicimos un recorrido por toda la historia del club, se galardonó a las familias que llevan desde los inicios con nosotras y todavía permanecen, a las niñas que consiguieron títulos oficiales importantes, a todos los técnicos, patrocinadores, colaboradores… No dejamos a nadie atrás porque todos contribuimos al éxito”, relata. El camino a la cima, sin embargo, cuenta con subidas y bajadas en las que no todo ha sido fácil, con pandemias de por medio, escasa ayuda institucional e incluso padres que tiempo atrás no “conocían prácticamente lo que hacías”.
“En Gijón hemos sido la peor ciudad respecto a apoyos y la única en Asturias que obliga a pagar a sus deportistas por el uso de instalaciones en vez de cederlas, una lucha que conocen desde el Patronato Deportivo Municipal (PDM) pero en la que se ven limitados a nivel presupuestario”, apunta Otero. La técnico desvela que en el Milany está extendida incluso la broma de mencionar que “fuimos ciudad europea del deporte en 2016”. A fin de potenciar la gimnasia, el PDM instalará, por vez primera, un tapiz de competición en los próximos meses. Además, el Patronato se encuentra ahora trabajando para traer a la ciudad una competición nacional de la Liga Iberdrola.
“Que no se hable de la rítmica española después de conseguir un oro olímpico, diplomas olímpicos, medallas en europeos o en copas del mundo es muy triste”
Ninguna de las adversidades históricas ha hecho que la consolidación de este deporte se frene. En el club gijonés, por ejemplo, abarcan todos los niveles de competición y tienen a gimnastas de todas las edades. Y aunque en este momento no entrenen a ningún chico, fueron el primer conjunto asturiano en obtener una medalla nacional en modalidad masculina. No se ven representadas, además, por ese manido concepto de “deporte minoritario” para hablar de su pasión. Para ellas se trata claramente de “una práctica consolidada en España”.
«Cada gimnasta te da cosas distintas y en cada caso necesitará potenciar cosas diferentes, para algunas es la disciplina, otras la motivación… Lo importante es conocer a tus deportistas”
Cuentan que en Asturias, de hecho, dio a conocerse a partir de los años 70 con Gijón a la cabeza. Fue gracias a una pionera gimnasta responsable de exportarlo desde Madrid, una figura que ellas tienen presente para seguir engrosando el medallero local. “En nuestro país la gimnasia mueve grandes cifras de participación, lo que pasa es que lo minoritario se confunde con la poca visibilidad mediática que se le da”. La entrenadora gijonesa entiende que no se hable tanto de las “competiciones no reconocidas”, pero en su opinión, “que no se hable de la rítmica española después de conseguir un oro olímpico, diplomas olímpicos, medallas en europeos o en copas del mundo es muy triste”. Por eso, el grupo de deportistas lanza a su ciudad el llamamiento de apoyar a las chicas de rítmica españolas en los Juegos Olímpicos de París este año y «que no se limite todo al fútbol, a cuatro palabras de baloncesto, un poco de Nadal y alguna otra cosa de Alonso”.
Otero no tiene duda en que la gimnasia rítmica ganaría adeptos si más gente la conociese, aunque su barrera de entrada principal la constituye la edad: conviene empezar desde pequeños. «Las niñas tienen una elasticidad enorme y que ganan mucho más rápido que los adultos, por eso algunos padres alucinan al ver movimientos tan complejos a sus hijas en tan poco tiempo», explica. Y aunque en categoría ‘baby’ el objetivo principal sea divertirse, a medida que las gimnastas crecen, el aro, la cuerda, la pelota, la cinta y las mazas acaban convirtiéndose en elementos de una metódica disciplina. Su técnico no lo esconde: «Practicamos un deporte muy duro y sacrificado». Pero la clave del Milany para vencer al reloj hacia el que siempre mira la rítmica se basa en entender a cada gimnasta, porque “cada una te da cosas distintas y en cada caso necesita potenciar cosas diferentes. Para algunas es la disciplina, en otros la motivación…”. El aprendizaje más importante que extraen desde el histórico club es el de «conocer a tus deportistas».