El sindicato CNT ha convocado para hoy una manifestación bajo el lema «somos trabayadores non delincuentes» en protesta a la condena de siete miembros y simpatizantes por los delitos de coacciones y obstrucción a la justicia, además de a pagar una indemnización de 150.428 euros, declarando al sindicato como responsable civil subsidiario.
La sentencia alude a los escraches que el sindicato realizó frente a la pastelería La Suiza de Gijón en el año 2017. Fuentes de la CNT, con las que ha contactado este periódico, señalan la condena como un «disparate jurídico». Según estas fuentes, la trabajadora de la panadería acudió a ellos en 2017 alegando una «difícil situación laboral», lo que le generaba miedo a ir a trabajar. Por ello, decide no querer volver, pero aduce que se le adeudan ciertas horas extras y vacaciones. Tres de las personas condenadas fueron entonces a mediar con el empresario, quien les derivó «de malas formas» a su abogado. Al no encontrar entendimiento, el sindicato comienza con las movilizaciones en la acera frente a la pastelería. «El conflicto se sobredimensiona porque la gente del barrio se solidarizó con la trabajadora y acudía mucha gente. En todas las concentraciones estaba la Policía Nacional, no fue nada más allá de lo normal».
Sin embargo, en la sentencia condenatoria, el magistrado-juez del Juzgado de lo Penal 1 de Gijón, Lino Rubio Mayo, considera probado que «a partir del 20 de abril de 2017 expresiones tales como ‘maestro esclavista, acosador, psicópata’, ‘La Suiza acosa sexualmente’ o ‘la Suiza acosa y esclaviza’, fueron reiteradas en las sucesivas concentraciones que se realizaron en las inmediaciones del establecimiento, así como en pasquines, carteles y pintadas en distintos lugares de la ciudad», tal y como recoge el diario El Comercio. Y que «no solo se identifica el establecimiento por su rótulo comercial, sino que se hacía constar su emplazamiento físico y se identificaba por su nombre y apellidos al empresario a quien se le denominaba con expresiones o apelativos insultantes, injuriosos o vejatorios, en términos gravemente ofensivos, de forma innecesaria y gratuita sin la menor utilidad para la formación de la opinión pública«.
La trabajadora denunció por acoso sexual al hostelero, denuncia que fue desestimada en su momento. «Ella era una víctima, aunque se desestimó la denuncia por falta de pruebas, pero en todo momento se dijo que el relato era verosímil. Lo que hay es una falta de pruebas evidente», explican desde CNT.
Así, desde el sindicato explican que «se va a recurrir hasta donde sea necesario, ya no son solo las siete personas condenadas -una de ellas la trabajadora- sino que también es un problema en la propia manera de hacer sindicalismo. No hemos hecho nada malo, es un derecho fundamental reivindicar tus derechos laborales. Lo que pedíamos era que se cumpliera el convenio de hostelería».