La nueva unidad permitirá que los datos formen parte de la red autonómica de vigilancia del aire

Gabriel Cuesta
La instalación de la nueva estación fija para la medición del aire en El Lauredal ya está en marcha desde este lunes, según ha podido saber MiGijón. Este «principal elemento cualitativo» del plan de calidad del aire para la zona oeste, según las palabras que en su día pronunció el concejal de Medio Ambiente Aurelio Martín, comienza a coger forma y permitirá que las mediciones ya pasen a formar parte de la red autonómica de datos oficiales. La instalación, dependiente del Principado de Asturias, estará en funcionamiento en breve y estará situada a 15 metros de donde se encuentra actualmente la unidad móvil, en el entorno de la Asociación de Vecinos Santa Cruz de Jove.
Este lunes empezaron las obras, por un importe de 164.148 euros asumido por el Principado, para instalar una estación fija que permitirá al Ayuntamiento usar la móvil, para desplazarla por distintos puntos de la ciudad con el objetivo de contrastar datos y cubrir nuevas zonas. Para hacer eso, según han explicado fuentes municipales a este diario, «hay que calibrarla y hacerle unos ajustes especiales» que han impedido que no hay datos desde el pasado 16 de octubre.
Críticas de los ecologistas
La plataforma Ecoloxista d’Asturies ha recordado que la zona del Lauredal presenta «los peores datos de España», con «89 días superados las PM10″ hasta los datos facilitados el 16 de octubre. «Para las partículas Pm10, la OMS recomienda unos valores límite para partículas de 15µg/m3 y un valor de alerta con una media diaria de 50 µg/m3 para las Pm10″, expone la plataforma, que recuerdan que los picos de contaminación atmosférica disparan los ingresos hospitalarios en Asturias por enfermedades respiratorias.
Es habitual que en esa zona de Gijón se registren niveles altos de contaminación. Por ejemplo, el pasado mes de febrero los cancerígenos benceno y tolueno disparados. El Lauredal es se encuentra afectado por las corrientes de aire que llevan a ese lugar las emisiones de Arcelor y las del puerto de Gijón.