El sindicato alerta de que el trazado no sorteará por detrás las marquesinas frente al ‘solarón’, sino que discurrirá frente a ellas, forzando a los viajeros a esquivar a los usuarios de bicicletas y patinetes; Ayuntamiento y EMTUSA están en conversaciones al respecto
Debía ser una buena nueva en toda regla para Gijón. Una apuesta sin ambages en favor de la movilidad sostenible y, al mismo tiempo, un puntal para garantizar la seguridad de quienes optan por los vehículos sin motor en una de las arterias claves de la ciudad. Sin embargo, antes incluso de nacer, el carril-bici de Sanz Crespo, concebido por el anterior equipo de Gobierno y cuya construcción comenzó efectivamente el pasado 21 de agosto, ya acumula un buen número de críticas, muestras de escepticismo y peticiones de cambio. No por su existencia, ni mucho menos, sino por algunos detalles de su diseño que descuadran y, en algunos casos, incluso inquietan a diversos colectivos. Y si, en el momento de iniciarse las obras, el Observatorio Xixonés de Movilidad (OXM) ya alertó de que la ausencia de accesos y cruces adecuados amenaza con hacer el resultado «poco operativo» y hasta «arriesgado», esta semana ha sido la sección sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en la Empresa Municipal de Transporte Urbano (EMTUSA) la que ha llamado la atención sobre otro foco de peligro, y no menor: la disposición del trazado de ese carril-bici en relación a las marquesinas próximas al ‘solarón’.
Una revisión rápida de los pliegos es suficiente para identificar el foco de malestar expresado por el sindicato. Según los planos la futura vía ciclista, que discurrirá paralela al carril ordinario derecho en dirección a la estación de ferrocarril, no esquivará por detrás esas paradas de la EMTUSA situadas a la altura del parque, que prestan servicio a los autobuses de las líneas 16 y 18, sino que pasará por delante, entre ellas y la carretera. Una fórmula que, advierten desde el sindicato, «obligará a que, cuando el autobús se detenga, sus puertas y la rampa para personas con problemas de movilidad invadan el carril-bici, y a que la gente suba y baje cruzando el paso de las bicicletas y patines«. Lejos de ser una simple incomodidad que pueda llevar a unos a esperar a que los otros terminen de transitar, en CCOO ven en semejante diseño «una temeridad». Sobre todo, en aquellos casos en los que los viajeros «vayan en silla de ruedas, o empujando carritos para bebés». De ahí que sus representantes no hayan dudado en calificar el proyecto como «una chapuza, hecha al margen de los técnicos de EMTUSA, sin su conocimiento y contraviniendo todos los modelos planteados hasta ahora en el formato de paradas».
Esos modelos mencionados por CCOO tienen un buen ejemplo, y no el único, en la marquesina que se alza ante el número 88 de la avenida de la Constitución, a la altura del Garaje Rape, y en la que se detienen las líneas 18 y 25. Allí, el carril-bici consume un poco de espacio de la acera, pasando por detrás de la parada para evitar en todo momento la carretera. Razón de más, la existencia de casos análogos resueltos de forma más práctica, para que lo sugerido se perciba como «un riesgo innecesario, que pone en entredicho la seguridad e integridad de los pasajeros y de los usuarios del carril». Por ello, la sección sindical reclama al Ayuntamiento una revisión de ese aspecto del proyecto; sobre todo, a tenor de que «este Gobierno todavía no ha desarrollado ninguna actuación propia para favorecer el transporte en autobús, más que acabar las anteriores«.
Ante tales declaraciones, por parte del Consistorio confirmaban esta mañana que la Concejalía de Infraestructuras Urbanas y Rurales, encabezada por el edil de Foro Gilberto Villoria, está en conversaciones con EMTUSA sobre el particular, y que la puerta a una modificación motivada por cuestiones puntuales «siempre está abierta». No obstante, las mismas fuentes matizan que, «en este caso, se ha adoptado la solución que propone el Ministerio en la guía que tienen editada para carriles-bici», y recalcan que, «de mano, la opción adoptada parece la más apropiada«.