Ante la llegada del periodo navideño muchos deportistas afrontan una etapa complicada. Es el momento del año en el cual la mayoría de personas nos damos un respiro en nuestras responsabilidades laborales, lo dedicamos al descanso, las reuniones familiares y los eventos con las personas que menos vemos durante el año. Sin embargo, la mayoría de deportistas no pueden relajarse y descansar como les gustaría.
Durante esta etapa muchos participan en competiciones, algunos continúan con sus entrenamientos exigentes y otros deben mantener un estado físico y psicológico óptimo durante el paréntesis en su actividad deportiva habitual. Algunos de ellos incluso ni disfrutan de la compañía de los más allegados, ya que practican su deporte en países a miles de kilómetros impidiendo poder trasladarse para visitar a sus familias.
Dependiendo de la especialidad, las situaciones varían. Desde aquellas donde el periodo navideño es el momento con más frecuencia de competición, como el caso de la Premier League en el fútbol británico. Pasando por el tenis donde existen “campeonatos de exhibición” de muy corta duración en países a miles de kilómetros. Hasta disciplinas como el piragüismo donde no hay competición, pero es una fase esencial de preparación y de entrenamientos muy exigentes para las competiciones de febrero y marzo.
Sea como fuere, esta etapa puede resultar delicada para los deportistas y debemos nutrirles con las herramientas adecuadas para que sean capaces de afrontarla con éxito. Hoy en día, ya es muy común que reciban instrucciones y planes específicos de sus entrenadores y preparadores físicos para “mantener la forma”. O incluso los más afortunados reciben planes de alimentación personalizados de sus nutricionistas para seguir una dieta equilibrada y “mantener la línea”, pero ¿Y el descanso psicológico activo? ¿Cómo mantenemos nuestro funcionamiento mental en un estado óptimo durante este periodo? ¿Cómo sobrevivir en un contexto tan adverso?
Es muy importante que se rodeen de especialistas en psicología del deporte para aprender cómo realizar el descanso psicológico activo durante las navidades:
Planteamiento de objetivos diarios
Esta es una herramienta recurrente, pero no deja de ser extremadamente útil. Ayuda a focalizar nuestra atención en estímulos concretos y específicos como son los desafíos a cortísimo plazo (diarios), así como evita pensar a largo plazo, lo que puede generar ansiedad y frustración. Facilita dirigir nuestra energía y esfuerzo en los elementos adecuados y desatender a los perjudiciales. Debemos asegurarnos que los objetivos cumplan algunas premisas: alcanzables, realistas, medibles, atractivos y temporales.
Realizar otras actividades deportivas y de ocio
Puede parecer paradójico, pero algunos deportistas pueden beneficiarse física y psicológicamente del descanso en la práctica de su deporte habitual. Practicar otras disciplinas deportivas de forma relajada, o realizar actividades de ocio saludables pero no relacionadas con el deporte puede resultar positivo. Lograremos un beneficio y estimulación cognitiva mayor si además las realizamos en compañía de otras personas.
La autodisciplina y el autocontrol
Con el objetivo de pasar esta época con los hábitos y rutinas más saludables posibles, debemos aprender a aplicar la autodisciplina y el autocontrol en las dosis adecuadas. Desarrollar la autodisciplina va a contribuir a aumentar nuestra sensación de competencia, confiar más en nosotros mismos y sentirnos más motivados por nuestros retos. Optimizar el autocontrol va a favorecer nuestro autoconocimiento y el dominio de nuestros pensamientos, impulsos y emociones, descubriendo la forma de comportarnos lo más eficientemente en cada momento.
Visualización de experiencias deportivas
Mantener frescas las áreas cerebrales encargadas de las órdenes neuronales de los movimientos técnicos propios de nuestro deporte es clave. Más si cabe en periodos con ausencia de contacto con nuestra disciplina deportiva. Realizando la visualización o práctica en imaginación de jugadas propias de éxito recientes y presentes en nuestra memoria, conseguiremos este objetivo sin necesidad de realizar ejecución motriz.
Reestructuración cognitiva ante posibles pensamientos negativos
Para algunos deportistas, esta etapa puede suponer momentos de tristeza o abatimiento debido a la soledad o imposibilidad de realizar ciertas actividades. En estas situaciones pueden aparecer pensamientos negativos irracionales que acaban condicionando conducta realizando comportamientos perjudiciales y evitables. Para no tomar decisiones equivocadas que eventualmente puedan perjudicar nuestro rendimiento deportivo, es recomendable aplicar técnicas como:
- Analizar y evaluar objetivamente nuestros pensamientos negativos
- Buscar explicaciones alternativas razonables
- Auto-observar y autorregular nuestras propias emociones
- Practicar la “detención del pensamiento”
Alfonso Rodríguez Fernández
Psicólogo deportivo y coach ejecutivo (Scopum coaching)