
«La gran tarea de la futura directiva del PP gijonés, lograr una visibilidad como partido sólido»

Pues, finalmente, después de meses… ¿Qué digo meses? Años de dimes y diretes, de tensiones, fracturas, dedazos y fiestas varias, el PP de Gijón se encuentra en plena recta final para celebrar un congreso del que saldrá elegida la nueva ejecutiva del partido.
Es de festejar que el Partido Popular afronte, de una vez por todas, un necesario proceso de democracia interna, en el que los afiliados puedan decidir las opciones, en forma de personas y de ‘programas’, que consideren más adecuadas para llevar a cabo los designios de su partido durante los próximos cuatro años. Bueno, eso si no ocurre alguno de los habituales barullos, propios de este partido en Gijón, y estas elecciones acaban impugnándose, o pasando otros diez años hasta las próximas. Pero más allá de esto, el reto al que se enfrenta la próxima directiva del PP no es pequeño. Por primera vez en su historia forman parte del Gobierno de la ciudad, y lo hacen en forma de coalición con otro partido político, Foro, con el que comparten votantes y posicionamiento ideológico, lo que hace pensar que la tarea de gobernar pueda parecer sencilla, por sus supuestas afinidades ideológicas, pero se pueda tornar en compleja y muy difícil cuando el PP gijonés se quiera diferenciar de su principal rival, Foro, y salgan a buscar el voto en las próximas y no tan lejanas ya, elecciones de mayo de 2027. Esa es la gran tarea de la futura directiva del PP gijonés, lograr una visibilidad como partido sólido que pueda enfrentarse con éxito a quienes, aun siendo sus socios de gobierno actuales, serán sus máximos rivales electorales.
El PP en estos ya casi dos años de gobierno municipal ha logrado tener algo más de visibilidad que en mandatos anteriores, pero, sin duda, mucha menos de la que le corresponde con las responsabilidades de Gobierno que tiene. Y esto ha sido así porque Foro, o los dirigentes de Foro, tienen muy claro que la visibilidad del PP siempre tiene que quedar en un segundo plano, y que la marca del Gobierno del Ayuntamiento de Gijón debe ir asociada a Foro. Y esto Foro, hasta el momento, lo ha logrado; incluso contraprogramando, en ocasiones, a sus propios socios de gobierno, pero lo han logrado. Otro asunto es si esa visibilidad que ha logrado Foro como líder indiscutible del gobierno municipal les está sirviendo para ganar más votos, o todo lo contrario. Ese es otro tema para otra semana. Pero baste con ver cómo la oposición municipal está prácticamente cegada siempre con las políticas ejercidas por Foro, y cómo por las áreas del PP pasan mucho más de soslayo.
Y para esta ingente, pero también políticamente apasionante, labor de marcar el camino del PP gijonés, tenemos por fin a dos candidatos. Dos candidatos y sus equipos, no vaya a parecer que esto se limita a elegir dos nombres, porque de la mano van los distintos equipos que conformarán los órganos de representación y gobierno del partido a nivel local. El diputado autonómico Andrés Ruiz, y el militante José Manuel del Pino. El primero, aun siendo joven, con una amplia experiencia – y militancia- en el partido Popular, y que ha suscitado más apoyos conocidos y reconocidos del PP gijonés. El segundo, presentándose como un renovador para los organismos y las formas de hacer del PP gijonés. Hasta el momento es de celebrar que no hayan volado los puñales, si es que los hay, o que no se hayan percibido desde afuera, como es de celebrar ver a un partido – que, guste más o menos, tiene y tendrá representación institucional en nuestra ciudad- en medio de un proceso democrático muy sano y que, llevándolo bien, puede ser muy revitalizante para los viejos engranajes populares. Proceso que seguramente no es lo que todos hubieran deseado, dado que algunos hubieran preferido una lista única y “solida”, pero está claro que ya no sucederá.
Ver veremos, en esta semana que nos queda por delante, si las aguas calmadas que están mostrando los dos candidatos – insisto, al menos de puertas hacia afuera- se mantienen. Y uno de los elementos que puede contribuir a ello, o a lo contrario, es la realización de un debate entre ambos candidatos, proceso en el que insiste Andrés Ruiz y que José Manuel del Pino no rechaza, pero que tampoco parece que sea algo que le apasione. No son sencillos los debates internos, puesto que, evidentemente, el espectro de debate que puedas tener con un compañero de partido en política no parece muy amplio, aunque, a poco que rasques, sí lo es. Lo es, por ejemplo, en saber cómo quieren vehiculizar unos y otros el control del partido sobre las decisiones de los concejales, o cómo se afronta el posicionamiento político frente a Foro, o cómo y quienes deben conformar los órganos de representación y de representatividad en los que está incluido el PP local, que son muchos y forma parte de esa zona gris de la política (elegir a fulanito para que nos represente, pongamos, en EMULSA) pues no es un asunto menor en muchos casos, y es labor de los órganos del partido – o debería serlo.
Así que ingredientes para un debate hay, y para una semana intensa en el PP local también. Veremos quién se lleva la victoria, y si aprovecha las repercusiones que ésta pudiera tener en el gobierno de nuestra ciudad.