Una combinación de altitud, oscuridad, ausencia de contaminación y buena suerte climática conforman la receta para presenciar Las Perseidas, la lluvia de meteoritos propia del verano, y que tiene en agosto su mes álgido
Ah, el verano… Sinónimo de descanso para muchos, buen tiempo en ocasiones, placeres alejados de las responsabilidades siempre que se puede… Y también de buenos tiempos para los amantes de la astronomía o, sencillamente, para todos aquellos que gozan presenciando los fenómenos que se dan en el firmamento. Porque desde mediados de julio, y hasta el 24 de agosto, aproximadamente, los cielos del mundo vuelven a ser escenario de Las Perseidas, apodadas ‘Lágrimas de San Lorenzo’, la masiva caída de meteoritos que, por espectacular e inofensiva, seduce a millones de aficionados en todo el mundo, decididos a convertirse en improvisados ‘cazadores de estrellas’. Por supuesto, también en Gijón esa costumbre, elevada a la categoría de tradición, se ha apuntalado. Sin embargo, este 2024… ¿Cuáles son los mejores lugares, fechas y maneras de ser testigo de semejante acontecimiento?
Bien, como casi todo lo que atañe a la astronomía, es difícil dar datos absolutos e incuestionables; se trata de una ciencia alimentada, en buena medida, por estimaciones, modelos e hipótesis. No obstante, fuentes del Instituto Geográfico Nacional afirman que el clímax de esa ‘lluvia’ se producirá entre el 10 y el 13 de agosto. En esos cuatro días la concentración de meteoritos se prevé mucho mayor que en jornadas anteriores y posteriores, razón por la que las posibilidades de disfrutarla serán mucho mayores… Siempre y cuando coexistan unos pocos factores. Nada, extraño, desde luego; todo muy lógico. Para empezar, oscuridad; un cielo iluminado complica identificar tales fenómenos. En segundo lugar, altitud; desde una posición elevada resultará más asequible, dicho poéticamente, ‘contar estrellas’. Y, por último, las dos cuestiones consagradas a la buena suerte: buen tiempo y ausencia de nubes contaminantes que hagan las veces de pantalla.
Reuniendo todos esos ingredientes… ¿Cuáles son los mejores puntos para disfrutar de las ‘Lágrimas de San Lorenzo’ en la mayor ciudad de Asturias? De entrada, el mejor lugar es, de lejos, el Monte Deva, escenario de reunión clásico para gozar de Las Perseidas. Alto, despejado y sin excesiva luz artificiar, concita los elementos clave para ello, razón de base para que en su punto más elevado se edificase el Observatorio Astronómico Municipal de Gijón. También otros miradores urbanos, como el cerro de Santa Catalina o La Providencia, podrían tenidos en cuenta; no obstante, su ubicación cercana a industrias o a grandes concentraciones de edificios añaden un inconveniente importante, tanto por el exceso de luz, como por la capa de polución. Finalmente, las mil y una colinas y promontorios que existen en las parroquias rurales del concejo también podrían ofrecer una panorámica adecuada… Aunque, claro, el que estén más alejadas del centro hace esas posiciones un tanto, o un mucho, menos accesibles.
Sea como sea, por toda Gijón, como en el mundo entero, ya abundan quienes preparan sus cámaras y telescopios para inmortalizar, bien en imágenes o vídeos, bien en sus retinas y recuerdos, un fenómeno capaz de marca a una persona de por vida. Y, esta vez, siempre para bien.