Hablar de deporte femenino en Gijón es hablar de un crecimiento exponencial. No es una opinión, es una realidad contrastada. Los equipos femeninos crecen con el paso de las temporadas, moviendo cada vez más masas y alcanzando escalones impensables tiempo atrás. El primer paso en este arduo camino se dio en 1985, momento en el que se fundó el primer equipo femenino profesional de toda Asturias. Desde aquel entonces, el Balonmano Gijón no ha parado de crecer.
Hace dos temporadas, Óscar Fernández se hizo con la presidencia del club con el objetivo de basar el trabajo en una palabra: cantera. Y es que el club nació ahí. En los colegios de Gijón donde, a día de hoy, el trabajo se mantiene a duras penas. «Ahora con la pandemia depende un poco de la voluntad de los directores de los centros. El año pasado estábamos en el Colegio Público Begoña, el C.P Los Pericones, el C.P Río Piles y el C.P Jovellanos. Este año, el Jovellanos se nos descolgó», lamenta Óscar. En dichos centros, el club desarrolla las actividades extraescolares hasta que las pequeñas alcanzan la edad para incorporarse a las categorías inferiores del club. Creciendo desde la base.
Pocos medios y un protocolo complicado de entender
Los problemas derivados de la pandemia tampoco son ajenos para el equipo que dirige Raúl Vallejo. Las chicas del primer equipo del Balonmano Gijón deben pelear contra las rivales y contra la situación en la División de Honor Plata Femenina, segunda categoría del balonmano nacional. «La temporada está siendo rara. En nuestra categoría, no había nada estipulado con respecto a los test. Lo dejan en manos de los propios clubes y son ellos los que deciden hacerlos o no», dice Óscar. Esta situación de incertidumbre desencadenó en situaciones complejas para un equipo con apenas medios para defenderse. «Nos hemos enfrentado a clubes que no pasan PCR. Podía venir cualquiera sin hacerse una prueba, era un riesgo muy grande».
Para evitar males mayores, desde el club se ha optado por la realización de pruebas cada dos semanas. Unos test que, al principio del año, también resultaron ser un quebradero de cabeza para la directiva por la falta de colaboración de la Federación. «Al principio, no nos dieron nada. Luego es cierto que nos proporcionaron test serológicos, que son un poco de mentirijilla, porque no sirven para nada. A partir de febrero, ya nos mandaron unos test de antígenos. Pero bueno, un par de cajas, tampoco muchos», explica el presidente, que también añade que, a raíz de la realización de los test, la situación ha mejorado para tranquilidad de todos los miembros del club.
Un pabellón que se queda pequeño
A pesar de la complejidad del año, nada para a las chicas de la Tejerona. En el pabellón situado en Ceares, se encuentra el hogar del Balonmano Gijón, una instalación que se les queda pequeña debido a la gran cantidad de horas que requieren. “Somos de los clubes que más horario tenemos, pero no nos da para albergar a todos los equipos”, cuenta Óscar. El club mantiene con el Ayuntamiento de Gijón un convenio anual que les permiten abordar los gastos anuales como, por ejemplo, el alquiler del propio pabellón. «De la cantidad que te dan anualmente, te van descontando las horas que haces uso del pabellón. Es el sistema del Patronato Deportivo«, explica.
Con las ayudas municipales, las del Principado («aunque esa sea muy pequeña») y con el dinero de los patrocinadores, el club consigue tirar hacia adelante. En la misma dirección que el deporte femenino en nuestra ciudad. Junto al Balonmano Liberbank La Calzada, las chicas de Raúl Vallejo también ondean el nombre de Gijón por toda la geografía española. «El deporte femenino en Gijón tiene cada vez más fuerza. Pero bueno, queda mucho por recorrer para alcanzar una cuota de visibilidad parecida a la del deporte masculino«, explica, con resignación, Óscar Fernández. Cierto es que el camino todavía es largo. Pero, tras un año en el que las complicaciones se han ido sucediendo para las chicas del Balonmano Gijón, no va a haber obstáculo que las detenga.
Borja Fernández es colaborador en miGijón y periodista en Radio Marca Asturias