Los detenidos, que protagonizaron altercados tras el partido, están vinculados a un grupo ultra de animación del U.P. Langreo
La Policía Nacional ha detenido a dos personas implicadas en los incidentes violentos ocurridos el pasado 16 de noviembre en Langreo, tras el partido de Segunda Federación entre el U.P. Langreo y el Real Avilés. Los detenidos, vinculados a un grupo ultra de animación del equipo local, están acusados de desórdenes públicos y de atentado contra agentes de la autoridad.
Los altercados tuvieron lugar en las inmediaciones del Estadio Municipal de Ganzábal al término del encuentro. Según fuentes policiales, un grupo de alrededor de 50 seguidores radicales del U.P. Langreo intentó sortear el dispositivo de seguridad para enfrentarse a los aficionados del Real Avilés. Vestidos de negro y con los rostros cubiertos, los implicados lanzaron piedras y otros objetos contundentes contra los agentes que custodiaban la zona. Durante la intervención policial, tres agentes resultaron heridos por contusiones y se registraron daños materiales en vehículos, establecimientos y otros bienes. La respuesta policial permitió garantizar la salida segura del autobús que transportaba a los aficionados visitantes y dispersar a los implicados.
Tras una investigación exhaustiva por parte de la Brigada Provincial de Información, se identificó y detuvo a dos de los presuntos responsables, quienes ya han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Langreo. Asimismo, diez personas más han sido propuestas para sanción administrativa en virtud de la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Las sanciones previstas en esta normativa pueden llegar a multas de hasta 650.000 euros para infracciones muy graves, además de la prohibición de acceso a recintos deportivos durante un período de hasta cinco años.