El paro, anunciado en junio por los delegados de los sindicatos CCOO, UGT, CSIF y SUATEA, está fechado para el 10 de septiembre, coincidiendo con el inicio del nuevo curso académico
Es una lucha contrarreloj la que el Gobierno del Principado está librando para tratar de disipar la amenaza de huelga que pesa sobre el sector docente asturiano. Y, quizá y sólo quizá, haya avances sobre el tapete. Con el paro fijado para el próximo 10 de septiembre, tal como los sindicatos CCOO, UGT, CSIF y SUATEA anunciaron el pasado mes de junio, este mismo lunes, al término de la mesa negociadora convocada para establecer los servicios mínimos, el director general de Personal Docente, César González, comparecía ante los medios para confirmar que, finalmente, la Consejería de Educación estudiará implementar uno de los puntos de mejora reivindicados por el colectivo afectado: la reducción de la jornada laboral para el profesorado de más de 55 años.
A la espera del próximo encuentro entre las partes, que se producirá mañana miércoles, la prudencia es la que dictaba ayer las palabras de González. «Nosotros hemos aceptado que lo estudiaríamos, que podemos sentarnos con los sindicatos a estudiarlo; ahora está en el tejado de ellos la decisión», apuntaba. Bajando al detalle de su maniobra, el Principado se habría comprometido a hacer un análisis de la viabilidad de esa reducción de la carga docente, y de estudiar la posibilidad de implementar esa medida de cara a la próxima legislatura. Con ello, además de evitar la materialización del paro, Educación aspira a disipar cualquier duda en torno a la voluntad negociadora del Ejecutivo autonómico. «Esta reunión con el comité de huelga es la culminación de todo un proceso negociador que lleva abierto ya desde hace tiempo», incidía, pues González, recalcando que desde su área se han sentado con los sindicatos «siempre que las organizaciones han querido».
A ese respecto, conviene recordar que la consejera de Educación, Lydia Espina, pidió a las organizaciones a finales de julio un gesto de buena voluntad para negociar. Además, dijo que el comité de huelga no negocia condiciones laborales de los trabajadores, sino que su labor es la de establecer los servicios mínimos. Declaraciones todas sobre las cuales González se pronunció ayer, apuntando que «hemos tenido numerosas llamadas, numerosas reuniones individuales también, tratando en todo momento de llegar a algún punto de encuentro por el cual poder desconvocar la huelga. Yo mismo me he reunido montones de veces personalmente con todos los sindicatos, por separado o juntos, tratando siempre de buscar que se desbloquear esta situación».