El trabajo precario y tener hijos a cargo, son dos de las características que cumple este perfil de mujeres que refleja el Informe Arope 2023, que apunta que la tasa asturiana es la «peor» de las comunidades del norte de España
En Asturias, 28,1% de las mujeres se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, mientras la tasa baja al 22,2% entre los hombres, y se incrementa en 5,7 puntos hasta alcanzar el 40,1% entre menores de 18 años. De este modo, el perfil mayoritario de situaciones en riesgo de pobreza en Asturias es el de «familias monomarentales» y «precariedad laboral», según se desprende del Informe Arope 2023 presentado este lunes por EAPN Asturias en la Junta General.
El estudio indica, también, que el 12,7% de la población asturiana menor de 65 años vive en hogares con baja intensidad de empleo (BITH), cuatro puntos más que la media estatal, y entre los 18 y 35 años la situación laboral sigue siendo «crítica». Asimismo, el 4,4% de la población está en situación de privación material y social severa, mientras que en España este dato aumenta hasta el 7,7%. En 2022, para el 47,6% de las personas en riesgo de pobreza la vivienda representa, al menos, el 40% de su renta disponible.
La presidenta de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Asturias (EAPN-AS), Elena Rúa, ha incidido en la brecha de género y ha alertado de que el empleo y la formación ya no son suficiente para salir del riesgo de pobreza. No obstante, ha defendido que «una educación de calidad es una gran compensadora de desigualdades en origen» y una estrategia «importantísima» para romper «la transmisión intergeneracional de la pobreza». Rúa ha querido recordar el discurso de la Premio Princesa de las Artes, Meryl Streep, para apelar a la «empatía» con el objetivo de entender y atender como sociedad a las personas que sufren situaciones de pobreza y riesgo de exclusión.
Por su parte, el presidente del parlamento asturiano, Juan Cofiño, ha incidido en que se debe «abandonar el discurso criminalizador y culpabilizador de la pobreza». «Atribuir la pobreza a una causa individual o colectiva es algo ciertamente ideológico, es, en sí mismo, un importante indicador de las maneras en que los individuos y la sociedad se relacionan con la pobreza. No podemos legitimar la desigualdad social, atribuyendo las desventajas sociales a las características individuales de los desfavorecidos», ha argumentado el presidente de la Junta General.
Cofiño, que ha aprovechado para reconocer el esfuerzo de las sucesivas administraciones asturianas para «paliar las situaciones de vulnerabilidad de muchas familias asturianas» así como «el despliegue de medidas llevadas a cabo para minimizar los efectos de esta lacra social», ha remarcado que la pobreza «no es algo natural, no es normal y, además, es amoral». «Considerar la pobreza como antinatural y amoral exige mirar hacia nuestra estructura social en su conjunto y plantear el desafío de observar más de cerca como viven los que más tienen y como legitiman sus privilegios», ha dicho.
El informe apunta que la tasa asturiana es la «peor» de las comunidades del norte de España. En 2022, el 25,3% de la población asturiana se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Luz Rivero, de EAPN-Asturias, ha explicado que en los dos años últimos se ha reducido la tasa Arope en Asturias, aunque considera que es «totalmente insuficiente» por estar lejos de recuperar cifras previas a 2015 y de alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. Con todo, valora las políticas sociales desarrolladas en el Principado ya que la tasa de pobreza, que actualmente está en el 20,1%, pasaría al 52% si no hubiera transferencias sociales. «El efecto de la función de redistribución de la riqueza por el Estado es fundamental para la reducción de la pobreza y desigualdad», apunta el informe, señalando el «empleo de calidad» como clave frente al riesgo de pobreza o exclusión social.