Entre ellas, se incluye ‘El mejor amigo’, obra del gijonés Menéndez Entrialgo que estaba en muy mal estado y que se convierte en el principal referente escultórico de la pinacoteca
El Museo de Bellas Artes ha presentado este jueves las ocho obras –siete pinturas y una escultura de los siglos XVII, XIX y XX– depositadas por el Prado y que pasan a formar parte de su colección permanente. Todas ellas son de autores asturianos o de artistas que pintaron sobre Asturias. Así, se van a poder obras de autores ya presenten en la colección, pero también de nuevos nombres. Uno de ellos es el gijonés Manuel Antonio Menéndez Entrialgo, cuya escultura ‘El mejor amigo’ llevaba un siglo sin tener una ubicación fija y estaba muy deteriorada, pero el Bellas Artes ha financiado su restauración en el Prado. Desde ahora todos los visitantes podrán observar este desnudo de un niño dormido en una silla.
Por otro lado, el lenense Luis Menéndez Pidal ya estaba presente en la pinacoteca asturiana, pero ahora se incorporan las obras ‘Un éxtasis de San Francisco’, ‘Al trabajo’ y ‘Gnomos alquimistas’, las dos últimas de ambiente costumbrista asturiano. En esta temática también se enmarca ‘Ribera de Cudillero’, del cántabro Tomás Campuzano. Además, también se incorpora una obra del taller del italiano Guido Reni; el retrato ‘Florinda’, del madrileño José Robles y Martínez; y ‘Frutas’, un bodegón de la gijonesa Julia Alcayde, autora inédita en la pinacoteca regional y que fue la primera mujer asturiana en convertirse en pintora de éxito.
Las obras se han presentado este jueves en una visita realizada por el director del Museo, Alfonso Palacio, y en la que han participado el consejero de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán; el coordinador general del Prado, Víctor Cageao; la responsable del Servicio de Depósitos de la pinacoteca madrileña, Reyes Carrasco; y la concejala de Educación de Oviedo, Lourdes García.