La pretensión del ministro Óscar Puente es replicar fórmulas como la del alemán Deutschlandticket, válido para todos los trenes regionales, autobuses, metros y tranvías, con la sola excepción de los servicios de alta velocidad ferroviaria
Nuevas informaciones llegan desde Madrid con respecto al futuro del transporte público nacional. Y, una vez más, tales noticias auguran un cambio importante, y no precisamente a peor, entre quienes de decantan por esta forma de movilidad. Si a finales de diciembre se confirmaba la voluntad de crear un abono único de Cercanías a partir de la segunda mitad de 2025, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, anunciaba este jueves que, entre los planes de su departamento, está el implementar un billete único para el transporte público en toda España a partir del año 2026. El objetivo, en última instancia, sería replicar medidas similares que ya se encuentran activas en otros países europeos, como en Alemania, donde existe un abono mensual de 58 euros, llamado Deutschlandticket, que permite el uso de trenes regionales, autobuses, metro y tranvías en todo el país, aunque excluyendo la alta velocidad. No obstante, por ahora no han trascendido más detalles; Puente sólo ha augurado que el recién estrenado será un año «de transición».
Actualmente, gracias a los descuentos financiados por el Gobierno y las comunidades autónomas, ya hay abonos, como en Madrid, donde por 32,8 euros mensuales se puede coger todo el transporte público dentro de la región, incluidos los cercanías de Renfe, aunque no los media distancia y alta velocidad. Sin descuento, este billete cuesta 82 euros. Durante el primer semestre de 2025 se mantendrán estos descuentos (generalmente del 50%, aunque en Madrid es del 60%), pero a partir de julio bajarán a un 40%, al mismo tiempo que habrá un billete único de 20 euros mensuales para toda la red de RENFE Cercanías, en la totalidad de España. Sin embargo, la intención del Gobierno es eliminar los descuentos, toda vez que se crearon para amortiguar el efecto de la inflación tras la pandemia y la guerra en Ucrania. Por eso el segundo semestre del año será de transición hacia ese billete único en 2026.
«El objetivo y el reto es implementar el billete único en España, algo que tiene Alemania, con sus ventajas y desventajas, lo que nos permitirá aprender. Y yo espero que en el año 2026 vayamos a esa medida que permita una mejor distribución de los recursos, generar comodidad en los usuarios, pero sobre todo empezar a volcar los esfuerzos en la calidad del transporte público», concluyó ayer Puente.