El certamen, uno de los referentes estivales de la región, ya cuenta con carteles oficiales, y volverá a la playa de Castrillón del 26 al 31 de julio, tras no poder celebrarse en 2022 por falta de licencias municipales
Como las olas que regresan plácidamente a la playa tras la furia de un temporal, el Salinas Longboard Festival, superada ya la tempestad de problemas que impidió su celebración el año pasado, volverá este verano a la playa de Castrillón, en la que será su aplazada vigésima edición. Con la documentación necesaria a punto, la solicitud de las licencias municipales pertinentes en curso, y a expensas sólo de que el cambio de gobierno en el Ayuntamiento el 17 de este mes permita recortar ciertos flecos políticos, todo apunta a que la emblemática cita, verdadero referente estival en el Principado, ofrecerá de nuevo su reconocible combinación de deporte y ocio entre el 26 y el 31 de julio. Tanto es así que, incluso, sus carteles oficiales ya han sido presentados oficialmente, gracias a los diseños planteados por los jóvenes David Nielsen y Alejandro Castrillo. El premio obtenido por ambos es de 200 euros.
Si bien la faceta de ocio del certamen, representada por sus múltiples conciertos, talleres y propuestas gastronómicas, aún está en fase de elaboración, sí es seguro que el arenal de Salinas albergará de nuevo el Campeonato de España de Longboard, mientras se sigue adelante con la organización del Europeo. Esa es la razón, de hecho, por la que el festival, en lugar de concluir el domingo 30, se prolongará hasta el lunes 31; ese día se disputarán las finales del Campeonato de Europa, y se oficiará la entrega de premios. En paralelo, la gran novedad será la convocatoria del Nacional de Skate, a cargo de la escuela de dicha disciplina APSkate, que dirige Gustavo Cordero.
«Lo vamos a volcar todo al deporte», reflexionaba esta mañana Rocío Alba, responsable de la organización, que reemplazó a Pepe Hevia al frente del Longboard tras los sucesos del año pasado. En aquella ocasión irregularidades detectadas en la documentación aportada, especialmente en lo referente al plan de seguridad, obligaron al Consistorio castrillonense a denegar la concesión de licencias veinticuatro horas antes del inicio del evento. Una serie de errores que, por supuesto, la nueva dirección está decidida a que no se produzcan de nuevo. «No hemos querido hacer nada hasta confirmar que todo era técnicamente viable», añadía Alba a ese respecto; en ese sentido, ha ahondado en que «puede que se dé un vuelco de última hora, por alguna circunstancia imprevista, pero, por lo que a nosotros respecta, lo tenemos todo muy trabajado».
Además de poner el foco en las pruebas deportivas acuáticas y terrestres, devolviendo al ocio su papel de complemento de lo anterior, se está enfatizando la presencia de empresas asturianas en lo referente a la provisión de suministros, oferta de actividades, instalaciones y demás aspectos logísticos. «Hasta la cerveza será Santa, la marca de Fuensanta», matizaba hoy Alba. Todo, eso sí, en por de darle ese sello asturiano a un acontecimiento multitudinario que no deja de ser un faro de la cultura del surf y del modo de entender el verano de la región.