La Asociación Vecinal ‘Alfonso Camín’ también critica la premura de la acción, «salvando los millones de Europa en el último suspiro», y anuncia que exigirá la visita del Gobierno local para que aclare los efectos de la ‘zona de bajas emisiones’
Puede que el año haya cambiado, pero los focos de tensión entre el Ayuntamiento de Gijón y los habitantes de la ciudad, no. Menos de veinticuatro horas después de que, este mismo lunes, el Gobierno local anunciase la recepción de la obra de la ‘ecomanzana’ y, no menos importante, la aprobación del proyecto técnico de la ‘zona de bajas emisiones’ (ZBE) de La Calzada, la Asociación Vecinal ‘Alfonso Camín’ de dicho barrio vertía en sus cuentas de las redes sociales el malestar que, desde entonces, se ha adueñado de los lugareños. Una incomodidad alimentada por dos motivaciones fundamentales: primero, la ausencia de edil alguno en el acto de recepción, y, segundo, el desconocimiento en torno a los efectos que la ZBE tendrá sobre los habitantes de La Calzada. Sobre todo, a tenor de que la previsión actual es que en esa última área se impongan hasta dos mil denuncias, con una recaudación anual próxima a los 288.000 euros.
Por lo que respecta a la ausencia de cargos municipales en la recepción de la ‘ecomanzana’, podría parecer un asunto menor, pero para los habitantes de La Calzada no lo es. «Se hubiera agradecido la presencia, o la visita a nuestro barrio, de alguien del Ayuntamiento con tal motivo; más aún después de un año y ocho meses de obras, con las consiguientes molestias que los vecinos hemos soportado estoicamente», detallan en las redes los integrantes de la directiva de la ‘Alfonso Camín’, sin eludir la sorna al comentar que «entendemos que después había programado un brindis navideño y, naturalmente, no se puede estar en todo». Más allá de esa dosis de humor negro, en el barrio teorizan que «la recepción desde la distancia, o a control remoto, o la inauguración en diferido, puede deberse, después de leer la prensa, al épico final de un thriller americano, estilo ‘Límite 48 horas’, salvando los millones de Europa en el último suspiro; una película para muy fans del género».
Eso, en lo referente a la ‘ecomanzana’, pero aún más sangrante es todo lo concerniente a la ZBE. En ese sentido, la Asociación Vecinal ya ha confirmado que solicitará «por registro una visita del concejal para explicar cómo nos va a afectar un tema tan sensible como farragoso. La verdad, es algo que esperábamos que el concejal Pelayo Barcia ya hubiera hecho, antes de aprobar la ordenanza…».
No obstante, el mencionado Pelayo Barcia, a la sazón edil de Tráfico, Movilidad y Transporte Público de Gijón, ha alzado la voz esta misma tarde para invitar a la calma. Sobre todo, en lo concerniente a la citada ordenanza que regirá el funcionamiento de la ZBE… Y que, corrige Barcia a los vecinos de La Calzada, tal como ya aclaró el lunes, «todavía no se ha aprobado; lo que aprobamos en Junta de Gobierno Local fue el informe técnico previo, que se financiaba con fondos europeos, no la ordenanza en sí«. Ese paso no se materializará hasta ya avanzado 2025, por lo que, insiste el concejal los habitantes del barrio «están pidiendo algo que, administrativamente, no existe». Y no sólo eso; independientemente de cuñando se produzca la entrada en vigor de la ordenanza que rija la ZBE, Barcia ha recalcado que «no habrá multas hasta que se haga la alternativa a la avenida Príncipe de Asturias«, tratando, así, de aplacar los ánimos de la ciudadanía.