La FAV: «Gijón no puede mirar para otro lado. La contaminación mata, no es una broma»

La posible instalación de una planta de pirólisis en El Musel no convence en el Pleno y tampoco a los vecinos. Así se desprende de lo votado este miércoles en el Pleno Municipal, donde todos los grupos se han posicionado en contra de la instalación de esta planta salvo el PP, que ha justificado su abstención al no «existir informes técnicos» en base a los cuales posicionarse.
Así, el concejal de Medio Ambiente, Rodrigo Pintueles (PP), ha considerado esta iniciativa una «mera declaración política», a lo que ha incidido en que el Ayuntamiento no puede basarse en eso para rechazar esta instalación, sino que se tiene que tener en cuenta informes técnicos para posicionarse.
Se ha alejado de su posición la alcaldesa, Carmen Moriyón, que ha apuntado, que, pese a la limitación de competencias del Ayuntamiento, desde la lealtad institucional que se deben las administraciones, se comprometió a ser la voz de los vecinos, según ella. La iniciativa, presentada por IU – Más País – IAS, incluye la petición al Gobierno del Principado para que elabore un estudio del impacto ambiental que tendría la citada planta, así como su impacto en la salud. Además, contempla instar a la Autoridad Portuaria de Gijón a un cambio de modelo en su actividad económica en El Musel, para hacerla más sostenible medioambientalmente.
En el caso del PSOE, el concejal José Ramón Tuero, ha expresado que su partido está «totalmente» en contra de la instalación de la citada planta, a lo que ha lamentado que el PP no se sume al rechazo político a la misma y apuesta por una industria «sostenible y verde», de la que se ven, a su juicio, «pasos», como es el futuro el vial de Jove.
Por su lado, la portavoz de Vox, Sara Álvarez Rouco, ha incidido en que la tecnología de pirólisis no es, según ella, completamente efectiva en la eliminación de residuos, a lo que ha advertido de las «preocupaciones ambientales» de su partido en lo que tiene que ver con salud pública y la seguridad de los vecinos «a corto y medio plazo». Por este motivo, ha apuntado que están en contra de esta planta y se ha mostrado de acuerdo, en cambio, con que no cabe degradar más una zona muy contaminada. Dicho esto, ha visto «inviable» el cambio de modelo económico del puerto gijonés, como se pide en la proposición plenaria. La portavoz de Podemos, Olaya Suárez, se ha mostrado a favor de la iniciativa, al opinar es que los vecinos ya han respirado «suficiente porquería».
La FAV: «La contaminación mata, no es una broma»
Antes del debate plenario de la iniciativa, ha intervenido el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón (FAV), Manuel Cañete, quien ha hecho una defensa «a ultranza» de la salud al posicionarse en contra de esta planta. «Gijón no puede mirar para otro lado», ha señalado. «La contaminación mata, no es una broma», ha advertido a los grupos municipales, a los que ha recordado el apoyo que habían dado a los vecinos en contra de esta planta, que supone la quema por combustión de millones de toneladas de plásticos traídos de todas las partes mediante el método de pirólisis, considerada «nociva» para la salud, según él.
A esto ha sumado que se proyecta instalar esta planta a menos de un kilómetro de vecinos, «olvidando que allí vive gente», ha remarcado, al tiempo que ha incidido en que estaría junto a otras instalaciones consideradas peligrosas en el puerto gijonés. Además, ha recalcado que Gijón carece de un plan de emergencia municipal, aún teniendo esas instalaciones consideradas peligrosas. Cañete ha remarcado que ya cuando se produjo el incendio en el horno alto de ArcelorMittal, en la factoría gijonesa de Veriña, se pusieron de manifiesto «las deficiencias» en este aspecto. Por otra parte, ha asegurado que desde la FAV creen «firmemente» en que la ciudad tenga un futuro industrial, eso sí, «pero sostenible y verde», tal como, según él, lo exige Europa, «y quien más, los vecinos», ha sostenido.