En el más grave de ambos, ocurrido en la cascada del Xiblu, un senderista hubo de ser evacuado tras caer y sufrir un traumatismo craneoencefálico y un esguince de tobillo; en cuanto al segundo, sufrió una lesión cerca del pico Brañalavera
Siempre es arriesgado penetrar en las zonas agrestes del Principado. Máxime si la orografía es montañosa o, al menos, tapizada de elevaciones. Y si, a mayores, se hace en pleno diciembre, en época de lluvias y con los escasos firmes húmedos, la posibilidad de sufrir un percance se dispara. Algo que ha vuelto a quedar patente, y por partida doble, este pasado fin de semana, en otros tantos accidentes ocurridos en distintos montes de Asturias. En ambos casos se registraron heridos, de consideración variable, y fue precisa la intervención de los equipos de rescate para evacuar a los afectados y trasladarlos a dependencias hospitalarias.
El más grave de ambos sucesos se produjo en la cascada del Xiblu, en Teverga. Allí, alrededor de las 12.39 horas, un hombre sufría un traumatismo craneoencefálico y un esguince de tobillo tras precipitarse por un desnivel de casi quince metros. El Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) hubo de movilizar al helicóptero medicalizado para extraer de la zona al individuo, por medio de operaciones de grúa acometidas desde el aire por profesionales del Grupo de Rescate de Bomberos de Asturias. Por fin, una vez el herido estuvo a salvo a bordo de la aeronave, fue trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Para las 14.06 se daba por finalizado el operativo.
Por comparación, el segundo incidente, acaecido en el pico Brañalavera, fue sensiblemente más leve. A las 15.40 horas la Guardia Civil era informada de que un hombre, integrado en un grupo de catorce personas que realizaba una ruta entre Zureda, en Campomanes, y la estribación montañosa en cuestión, había caído y era incapaz de proseguir por sus propios medios. Efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Benemérita (GREIM) de Mieres, que se encontraban próximos al lugar, se dirigieron hasta allí, llegaron a las 16.10 horas y, tras inmovilizar la pierna del sujeto con una férula, lo evacuaron… De una forma poco ortodoxa: dado el riesgo de resbalar, que desaconsejaba emplear una camilla, uno de los agentes se cargó al lesionado a la espalda y lo transportó así hasta el punto en el que se hallaban los vehículos. Desde allí fue llevado a Tiós, donde aguardaba la ambulancia, con la que, finalmente, se le derivó al Hospital de Mieres.