La directora general de Memoria Democrática, Begoña Collado, celebra la decisión de la Fiscalía de pedir al Juzgado que esclarezca las torturas al sindicalista Carles Vallejo en la comisaría de la vía Laietana de Barcelona
Los defensores de que sean debidamente esclarecidos todos y cada uno de los crímenes perpetrados por la dictadura franquista vivían este jueves su particular día de júbilo después de conocerse que la Fiscalía había solicitado al Juzgado que investigase las torturas a las que la policía del Régimen cometió al sindicalista Carles Vallejo en la comisaría de la vía Laietana de Barcelona. Y hoy, veinticuatro horas después, el Principado se ha pronunciado sobre un movimiento de ficha que, en la práctica, tira por tierra las limitaciones que la Ley de Amnistía imponía. Lo ha hecho a través de la directora general de Memoria Democrática del gobierno asturiano, Begoña Collado, quien ha tachado la medida de «hito histórico».
«Es la primera vez en España que el Ministerio Público se pronuncia a favor de investigar los crímenes de lesa humanidad y torturas durante la dictadura, invocando la nueva Ley de Memoria Histórica», ha recordado Collado. La representante de la región, además, se ha mostrado convencida de que ahora «se inicia un nuevo tiempo en la lucha por la verdad, la justicia y la reparación a las víctimas», y ha anunciado que, aprovechando la estructura de la Dirección General, se estudiarán distintas fórmulas «para ofrecer asesoramiento y acompañamiento a los asturianos que quieran denunciar estos crímenes ante la Justicia».
¿Sabéis qué uso tenía esa comisaría hasta el año 1936?. La Generalitat de Cataluña lleva años queriendo recuperar la propiedad de ese edificio, para hacer un museo de los horrores… pero no de los que causaba Miquel Badia, alias «Capità Collons», en los sótanos de la por entonces Jefatura de Policía de Vía Laietana. Que los anarquistas de la FAI los asesinar@n a él y a su hermano, no fue porque sí. Curiosamente, los mismos que reivindican el pasado franquista de ese edifico, ponen flores cada año en el sitio donde esos dos fascistas hij0s de p*ta fueron asesinad0s. Pero a los rojetes asturianos no les interesa la parte de la historia relacionada con el filo-nazismo de la izquierda catalana, como no les interesa la parte sobre los maquis que se escondían en las cercanías de El Pallarón después de la Guerra Civil, y de la que hablaba mi abuela siempre con lágrimas en los ojos.