La empresa sierense acometerá la reconversión de las antiguas posiciones artilleras en un centro de interpretación de las mismas; la intervención, adjudicada por más de 620.000 euros, deberá estar terminada en ocho meses

El que promete ser el cambio de rostro más importante de cuantos sufrirá el cerro de Santa Catalina en los últimos años ya tiene nombre propio. Tal como el Ejecutivo gijonés ha confirmado este mismo martes, finalmente será la empresa Obras Viales e Infraestructuras del Norte, SL (Ovinorte), la que ejecutará la conversión de las antiguas baterías de artillería en un centro de interpretación de las mismas. De ese modo, la compañía sierense se ha hecho con un contrato presupuestado en 623.150 euros, IVA incluido, después de haberse impuesto a sus dos únicas rivales en el proceso.
La buena nueva era trasladada a media mañana por el portavoz municipal, Jesús Martínez Salvador, al término de la reunión de la Junta de Gobierno local. A partir de este momento, Ovinorte dispone de un plazo de ocho meses para completar la actuación, que prevé tanto la adecuación de las posiciones artilleras originales, dotándolas de elementos informativos, como la construcción de un edificio totalmente nuevo al término de la senda peatonal del cerro, que simulará un antiguo búnker y que albergará una sala de proyección y exposición, baños y otros equipamientos. Acabados los trabajos, la garantía se extenderá a lo largo de cuatro años.